La diputada bonaerense del Frente Renovador Mónica López oficializó hoy su pase al sciolismo, con un acto junto al gobernador y un apoyo en Twitter que no admite matices.

“La realidad es que Daniel Scioli debe ser el futuro presidente de los argentinos”, posteó la legisladora y esposa de Alberto Roberti, jefe del bloque de diputados nacionales del Frente Renovador y candidato a renovar por esa fuerza.

En diálogo con LPO, Roberti apeló a la ironía para negar que se trate de una estrategia matrimonial, habitual en estos días. “Yo sigo siendo jefe del bloque Frente Renovador. Y creo que Massa tiene que ser presidente. Hoy no hablé con mi esposa”, se excusó.

“No tengo porqué responder por ella. En tal caso, somos como Graciela Camaño y Luis Barrionuevo”, completó, en envenenada referencia a su compañera de bloque y de lista, con quien mantiene una larga puja por el armado del massismo en la provincia.

Se trata en rigor de una pelea perdida en toda la línea. Roberti quiso primero imponer a su esposa como candidata a gobernadora del espacio, luego como vice y finalmente en alguna posición legislativa expectante. Massa la relegó a candidata por la provincia al Parlasur, con escasas chances de entrar.

Lo mismo sucedió en el armado a nivel distrital en el Conurbano, donde Roberti y Mónica López fueron desplazados por Cañaño y sus aliados, al punto que la diputada bonaerense perdió la interna hasta en su distrito, Avellaneda.

Como sea, el paralelismo que hizo Roberti con Barrionuevo y Camaño tiene otro punto en común: El líder de los gastronómicos -como se sabe- esta cerca de Scioli y acaso Roberti haya acordado con su esposa este reparto de roles, ya que como jefe del menguado sindicato de petroleros privados, seguramente no quiere perder terreno si el gobernador llega a la Casa Rosada.

Incluso, por las dudas, aclara que en un ballotage él mismo apoyará a Scioli. “Creo que llegará Massa. Pero como soy peronista, si no llega, apoyo a Scioli”, aclaró a LPO.

Los juegos familiares parecen ser un estigma para Massa esta semana. Alejandra Vigo, la esposa del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, vaticinó un triunfo de Scioli junto a Karina Rabolini, justo un día antes del acto del tigrense en Córdoba.

Hugo Moyano se abrazó el lunes con Mauricio Macri e incomodó a su hijo Facundo, su cabeza de la lista de diputados del Frente Renovador. Aunque un par de días después, el camionero se ocupó de aclarar que su posición seguía siendo prescindente.

Mónica López anuncia su pase al sciolismo junto a Juanjo Alvarez y otros ex massistas.

El pase de López se materializó con un encuentro en el Banco Provincia junto a Scioli, Mariotto y Juan José Álvarez, gestor del pase de López y de intendentes de Chaco, Salta y Santa Cruz, también presentes. Álvarez fue operador de Massa hasta abril y luego se sumó a la campaña de Scioli. 

El más activo fue el de la localidad chaqueña de Villa Berthet, Atlanto Honcheruk, quien dijo que "tomó la decisión orgánicamente de dar un paso al costado y brindar un acompañamiento a Scioli", con el objetivo de que "el peronismo gane en la Argentina".

"Scioli representa hoy la unidad total del peronismo y la continuidad de las cosas buenas que se hicieron y las que hacen falta en Argentina: diálogo, reactivación productiva, inserción en el mundo y sumar a toda la dirigencia del justicialismo para que el país no se estanque", agregó. 

En el caso de Mónica López su pase fue estruendoso porque era por lejos una de las más virulentas críticas de Scioli, como le recordaron hoy copiosamente en las redes sociales. 

Tal es así que en un rapto de furia llegó a denunciarlo penalmente junto al ministro de Justicia Ricardo Casal, por incumplimiento de los deberes de funcionarios público y ocultar fallecidos en la inundación de La Plata.

Hoy dejó todo eso atrás. Lo justificó en la necesidad de “evitar un ballotage con Mauricio Macri” y lograr que “un peronista gane en primera vuelta”. Y su peronista, ahora, es Scioli.