Sergio Massa se reunió anoche con José Manuel de la Sota y el consultor Sergio Bendixen para planificar el último mes de campaña con una consigna principal: tratar de instalar la idea de un “voto útil” en su favor, presentándose como el único que le puede ganar un ballotage a Daniel Scioli.

En una especie de toma de judo, Massa quiere devolverle así gentilezas al equipo de Mauricio Macri, que apostó a un voto útil que licuara el capital electoral de Massa luego de las primarias.

El diputado reiteró ayer ante LPO que las encuestas lo ubican como el único capaz de ganarle un ballotage a Scioli y será ese el mensaje del último tramo de su campaña.

“Tenemos encuestas cualitativas que nos dan en una curva ascendente, si llegamos a emparejar con Macri tenemos que instalar que somos los únicos que ganamos”, repiten en Tigre. Desde esta mañana ya hicieron circular los primeros afiches y posteos en las redes sociales con esas aritméticas. 

Los mismos sondeos que hace el peruano Bendixen indican que 7 de cada 10 votos que consiguen provienen del macrismo y por eso creen que no es imposible alcanzarlo.

El desafío es contrarrestar la réplica del PRO, que lo acusa de ser funcional a Daniel Scioli. “Que no le creen miedo a la gente. Parecen el Gobierno con los planes sociales”, se quejó ayer Massa en Córdoba.

El riesgo es inevitable. Si Massa y Macri se emparejan sin llegar a los 30, Scioli puede ganar en octubre sólo con alcanzar 40, o sea, sólo poco más de un punto por encima de lo que obtuvo en las primarias de agosto.

En Tigre insisten en que Scioli no está llegando a 40. Números en mano, aseguran que cayó a 36 puntos tras su fatídico viaje a Italia en medio de las inundaciones y no remontó demasiado.

Para recuperar posiciones, Massa cerró filas con De la Sota, interesado en sostener al tigrense para garantizarse los legisladores que ponen en juego en Córdoba.

El gobernador cordobés tendrá la tarea de recorrer el centro del país, donde Macri se hace más fuerte. Su principal desafío estará en sostener su voto en Córdoba y levantar en Mendoza y Entre Ríos, donde el jefe de Gobierno se mueve cómodo.

En Capital Federal el affaire de Niembro le restó algunos puntos a Macri. “Nos conformamos con superar los 20 puntos. Más no podemos pedir”, se consuelan en el Frente Renovador.

Massa cree que puede mejorar en el Norte y en el Conurbano, zonas muy pobladas en las que terminó parejo con Macri, y ambiciona con una mejora en el interior de la provincia de Buenos Aires y la Patagonia, regiones sin muchos votantes pero que en un final reñido terminan influyendo. Todo sea para alcanzar a Macri. Y soñar con un ballotage.