Daniel Angelici atraviesa su peor momento político luego del ataque con gas pimienta que sufrieron el jueves los futbolistas de River en la Bombonera, que determinaron la expulsión de Boca de la Copa Libertadores, el certamen que el “Tano” buscaba usar como trampolín para su reelección en el club.

Si hay alguien consciente del mal momento del Tano son sus enemigos. Este medio viene explicando los lugares que quería absorber el presidente de Boca en el futuro gabinete del PRO, en caso de que gane Horacio Rodríguez Larreta en las generales de julio.

Además de pedir el ministerio de Justicia, el Tano quiere controlar un organismo que está en manos del kirchnerismo hace cuatro años: el Consejo de la Magistratura de la Ciudad, que selecciona y remueve jueces.

Angelici tiene buen vínculo con el presidente del Consejo, Juan Manuel Olmos, que debe dejar el organismo a fin de año, así como también lo deben hacer los otros dos consejeros elegidos por la Legislatura, los macristas Juan Sebastián De Stéfano (mano derecha del Tano) y Agustina Olivero Majdalani.

El Tano se ilusionaba con quedarse con los dos consejeros que renueva el PRO y con la presidencia del Consejo. Para esos puestos promueve a dos legisladores que no pueden renovar su mandato: Enzo Pagani y Oscar Moscariello, ambos directivos de Boca.

Pero la situación política del Tano quedó en crisis. “Hay mucho olor a helicóptero en la Boca" graficó un veterano del PRO, que explicó que el Tano apuró una visita esta noche a un canal de televisión para espantar los rumores de su renuncia.

Para colmo, para aprobar los pliegos de los consejeros el Tano necesita los dos tercios de la Legislatura porteña, que votaría la renovación del Consejo antes del recambio legislativo de diciembre. Tras el escándalo del gas pimienta, a Angelici le será impagable la simpatía de 40 legisladores que le den luz verde a sus ambiciones.

Los tiburones olieron la sangre

En este contexto, la línea histórica del PRO denominada Compromiso Para el Cambio (CPC), encabezada por José Torello –apoderado del partido amarillo y amigo de la secundaria de Macri- y Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, busca aprovechar el momento crítico de Angelici para quitarle el control del reparto de la Magistratura.

De CPC, la línea enfrentada históricamente a Angelici, también forman parte Pablo Clusellas –secretario legal y técnico de la Ciudad- y Mauricio Devoto, ex escribano de Socma, el grupo de Franco Macri.

Es a Devoto a quien impulsan Torello y el resto de CPC para que se quede con una de las sillas que se renuevan en noviembre, con el objetivo final de obtener la presidencia del Consejo. 

A Angelici le dejarían que negocie la segunda banca con el aliado que tiene el PRO desde hace un par de años en este tipo de elecciones, Jorge Rizzo, el líder de Gente de Derecho y ex presidente del Colegio Público de Abogados de la Capital.

"El Tano optaría por Pagani en primera instancia, pero al igual que dijo que iba a respetar el fallo de la Conmebol y al día siguiente lo apeló, existen dudas de si sostendría la nominación u optaría por Moscariello", dijeron a LPO fuentes parlamentarias.