Alberto Pérez y Martín Ferré, dos ministros del círculo de confianza de Daniel Scioli fueron los encargados de ejecutar una tarea considerada como ‘delicada’ en el armado Naranja: salir a cuestionar a Florencio Randazzo.

El jefe de Gabinete de la Provincia fue quien abrió el fuego defensivo y le exigió "respeto" hacia el Gobernador bonaerense a quien consideró como “un hombre que fue elegido por Néstor Kirchner y fue un binomio ejemplar en la historia argentina".

La arremetida del jefe de Ministros se da en medio un creciente clima de tensión entre la Casa Rosada y el peronismo más ortodoxo y tiene que ver con una fuerte preocupación de los intendentes del Conurbano ante la incertidumbre respecto de la estrategia electoral de Cristina Kirchner.

“Creemos que le está haciendo el juego a (Mauricio) Macri", destacó el funcionario en diálogo con radio La Red. Sin dudas, es un inusual tono crítico para el sciolismo y la destinataria de esas frases parecía ser la Presidenta antes que su ministro.

La tensión en el oficialismo se produce en medio de disputas entre el PJ y la Casa Rosada. Una consecuencia del enfrentamiento resulta la salida del ex asesor presidencial, Juan Carlos Mazzón, quien apoya la candidatura de Scioli.

El despido de Mazzón de su cargo de asesor presidencial -tras el cierre de listas en Mendoza que dejó relegada a La Cámpora- y el llamado de la Rosada a Scioli para que baje su lista para la elección porteña son señales que permiten visualizar una jugada de la Presidenta para debilitar a Scioli e impulsar a Florencio Randazzo.

Los más pesimistas aseguran que intenta desgastar la candidatura del Gobernador para impedir que el PJ se abroquele detrás. Esa línea argumental sostiene que la estrategia es ‘jugar a perder’. Esto abrir el camino para que Mauricio Macri llegue a la presidencia y ella se consolide como jefa de la oposición.

"Esperamos que todos los que forman parte de este proyecto respeten a todos los compañeros. Especialmente a los que han sido ungidos por el voto popular reiteradas veces", reclamó Pérez.

En tanto, el secretario general de la Gobernación, Martín Ferré, aseguró que “es absurdo intentar establecer una competencia de antigüedad militante”. Al salir al cruce del ministro del Interior y Transporte, Ferré recordó que Scioli “demostró su lealtad y su pertenencia infinidad de veces”.

A la embestida contra el ministro del Interior y Transporte se sumaron más tarde, el hermano del gobernador, José Scioli, y el diputado bonaerense, Guido Lorenzino (ver cuadro). Ambos coincidieron en denunciar en forma indirecta, una estrategia electoral de la Casa Rosada para "hacer el juego a Macri y a Massa" en detrimento del PJ.

En el PJ los ánimos están caldeados. Consideran que el desplazamiento de Mazzón y la presión sobre Scioli para que pulverice la candidatura de Gustavo Marangoni a jefe de Gobierno porteño son claras señales de que su interés es poblar los principales lugares de las listas con nombres de La Cámpora. Tal como lo hizo en 2011 y 2013.

Ante esto, LPO adelantó que Eduardo Duhalde trabaja para lograr una especie de Congreso del Partido Justicialista para el próximo 14 de marzo. La idea, en términos llanos, es sacarle el PJ a Cristina y dejarla sola con el sello del Frente para la Victoria.

En paralelo, los intendentes extreman reuniones y llamados telefónicos. El jueves de la semana pasada se reunieron los más importantes jefes comunales de la Tercera Sección electoral (sur del Conurbano) para marcar la cancha. Allí relucieron su poder para definir elecciones y recordaron que hasta ahora es la sección electoral invencible para el peronismo. Un detalle: Salieron a relucir su poder acompañados por Daniel Scioli.

Mientras tanto, Randazzo aprovecha el espaldarazo de la Presidenta. Hoy continuó con otro ataque a Scioli en declaraciones al canal CN23. "Estaría preocupado si fuera el gobernador de la provincia de Buenos Aires, si me sostienen los sectores económicos y mediáticos. Estaría preocupado si mi hermano fuera jefe de campaña de Francisco De Narváez en las elecciones cuando compitió con Néstor Kirchner”, dijo.