En el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad pasó algo inédito en la historia de la política universal: nadie quiere ser presidente.

Este organismo, que funciona como una especie de Corte Suprema porteña, tiene 5 miembros y debía elegir su presidente antes de fin de año. Hasta el momento el presidente era Luis Lozano, proveniente del peronismo, es reconocido por sus pares que no tenían problema en votarlo para un nuevo mandato.

Sin embargo, Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, uno de los principales operadores judiciales de Macri, se enfadó cuando se percató de que los principales cargos de la Justicia porteña estaban en manos del peronista Juan Manuel Olmos.

Es que Olmos preside el Consejo de la Magistratura porteño que elige y remueve jueces, tiene un nexo directo con Lozano y también con el juez Esteban Centanaro, que acaba de ser designado al frente de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad.

La preocupación de Pepín Rodríguez Simón iba más allá de la relación de fuerzas de la Justicia porteña. Quería que el macrismo se quedara con la presidencia del Tribunal Superior, puesto que el titular de ese organismo es en la práctica el juez electoral de la Ciudad, un cargo que será invaluable el año que viene.

La trastienda

El cargo robó aún más la atención del ala judicial del macrismo, que Pepín comparte con José Torello, Pablo Clusellas y Mauricio Devoto (incluso tienen un club nocturno en el que organizan reuniones), tras una reciente denuncia presentada ante el Tribunal por la UCR porteña.

La denuncia, anticipada en exclusiva por LPO, fue presentada por el presidente del partido radical en la Ciudad, Emiliano Yacobitti, y advierte que el voto electrónico que reglamentó Mauricio Macri para las elecciones del año que viene es inconstitucional.

Yacobitti advirtió que detrás del discurso de modernización del proceso electoral, el PRO quiere perjudicar a Martín Lousteau, puesto que implementa el sistema de "doble pantalla" para la selección del voto que impide saber al elector en la primera pantalla cuáles son los candidatos que está eligiendo.

"Quieren esconder a los candidatos detrás de una pantalla, violentar el espíritu de la boleta única y continuar con las listas sábanas", denunció Yacobitti.

Es que al elegir al partido antes que al candidato, se estaría perjudicando a candidatos como Lousteau y Graciela Ocaña, cuyas imágenes son una marca propia mucho más valiosa que el sello de sus partidos.

Orgullo superior

La medida, como explicó LPO, beneficia a Horacio Rodríguez Larreta y el resto de los candidatos del PRO, que serán candidatos del partido de un gobierno que tiene una aceptación de más del 70 por ciento en la Ciudad.

Para no llevarse una sorpresa con el fallo del Tribunal Superior respecto de la denuncia de la UCR, el macrismo hizo una maniobra para sacarle la presidencia al peronismo.

Es por eso que Pepín instruyó a la jueza Inés Weinberg de Roca (a quien Macri conoció en el gimnasio) y a su par Ana María Conde a que no votaran por Lozano, sino por el juez José Casás para la presidencia.

Con dos votos para Casás y dos para Lozano, el presidente del Tribunal no se quiso votar a sí mismo por una cuestión ética. Es por eso que la presidencia quedó en manos de Casás.

Pero el flamante presidente, al que no le gustó llegar a la presidencia de esa forma, argumentó que tiene un problema coronario y que renunciará a la presidencia en febrero.

De esta manera, en febrero la presidencia quedaría en manos del nuevo vicepresidente, cargo en el que casualmente fue elegido Lozano. Sin embargo, el peronista se ofendió y advirtió que no sería presidente por descarte.

En este contexto, en el Tribunal ya hay una acefalía anunciada justo en el año electoral más picante de los últimos años. En un sector del PRO temen que eso no haga más que prosperar la denuncia de Yacobitti, y que la Corte porteña declare inconstitucional el voto electrónico. De esa manera, se volvería al sistema de Boleta Única votado a fines de 2013 por la Legislatura, un sistema que prefiere Gabriela Michetti y no así su rival Larreta.