El sciolismo, a través del ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, consideró hoy necesario debatir una "ley de regularización de las protestas" y de este modo se ubicó en sintonía con el endurecimiento del discurso del gobierno nacional.
"Las protestas son un derecho constitucional, pero a veces entran en colisión con otras normas, como el derecho a transitar y la seguridad pública", opinó Casal en una visita a Mar del Plata y advirtió que las protestas de trabajadores despedidos de la autopartista Lear a la altura de General Pacheco "se tomaron como objetivo de conquista política, cuanto más se corte la Panamericana como protesta política más resultado tiene".
En tanto, en sintonía con el discurso del secretario de Seguridad, Sergio Berni, sobre los extranjeros que delinquen, el ministro sciolista consideró que "hay que tener políticas claras para evitar que organizaciones delictuales extranjeras se instalen en nuestro país y no deportar, sino evitar que se instalen".
Además, agregó que “la deportación funciona” y explicó que en la provincia de Buenos Aires en los últimos cuatro años se han deportado más de 60 personas en acuerdo con los consulados y las embajadas. “Pero hay que prever de tener criterios racionales para no caer en un error de la persecución por nacionalidad y no por delito, pero eso está muy claro".
Así, el sciolismo busca no quedar afuera del discurso duro que desde las últimas semanas promueve el gobierno nacional. Ese mensaje tuvo como protagonista al secretario de Seguridad, primero cargando contra los inmigrantes y pidiendo una ley que facilite su deportación. Más tarde con la defensa del gendarme que simuló ser atropellado por trabajadores de Lear que protestaban en la Panamericana.
Pocas horas después que Berni se pronunciara sobre los inmigrantes, el propio Daniel Scioli no dudó en salir a apoyar ese discurso.
En tanto, como adelantó LPO, disgustado por los desplantes de Insaurralde, el Gobernador se entusiasma con la opción Berni. Por eso, mandó a hacer algunas encuestas para acercarle a los intendentes y convencerlos de que el secretario de Seguridad es la mejor opción que tienen a mano.
Los porcentajes de Berni en las encuestas de opinión no son malos y crecieron después de su embestida contra los inmigrantes latinoamericanos. Un trabajo de la consultora Aresco, de Julio Aurelio, establece que el ex militar tendría una intención de voto del 26,2% contra 22,3% de un hipotético massista Insaurralde y 15,5% de María Eugenia Vidal y 11,4% de Margarita Stolbizer.
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