La actuación del "gendarme carancho" desató una crisis en la Gendarmería nacional, donde esta mañana se sucedían las reuniones entre los jefes de la fuerza y asesores legales que analizaban la situación a partir del impacto mediático que tuvo el tema.
El “carancho” es el comandante mayor Juan Alberto López Torales y es el jefe del Destacamento Móvil 1, que tiene asiento en Campo de Mayo. Allí, hoy había preocupación por las posibles consecuencias judiciales que podría tener López Torales por haber simulado burdamente ser atropellado por un militante de izquierda.
Las señales de alerta se sucedían pese a que anoche el Ministerio de Seguridad salió a defender al “carancho”, afirmando que “en acuerdo con la ley y en cumplimiento de un procedimiento policial”. Además, Sergio Berni se encargó de salir a respaldarlo por los medios, repitiendo casi insólitamente que actuó en conformidad con la ley.
Pero LPO pudo confirmar que abogados de la fuerza estaban analizando las implicancias del caso y el propio López Torales habría dado su versión del insólito episodio ante los letrados. Por ahora, en la fuerza creen que el caso no pasará de lo mediático y que el “carancho” saldrá indemne, al menos en términos judiciales. La causa está en manos del fiscal Diego Molina Pico.
Uno de los motivos por los cuáles creen que no pasará nada es el respaldo político que tiene López Torales. Es que en Gendarmería nadie desconoce la amistad que tiene con Berni. Incluso, se los suele ver a los abrazos y sonrisas cuando el “supersecretario” va a Campo de Mayo.
La banca política también tiene que ver también con que el operativo donde López Torales hizo la escena estuvo dirigido por Roberto Angel Galeano, que según reveló Horacio Verbitsky es un militar retirado que Berni recicló como coordinador de las fuerzas de seguridad. Antes de esa revelación, Galeano había sido señalado como “infiltrado” en las protestas.
Por otro lado, según confiaron a LPO fuentes conocedoras de la fuerza, López Torales tiene otros antecedentes oscuros. Aparentemente, el comandante tendría varias denuncias internas en su contra por acoso laboral, lo que valió la fama de “jodido” entre sus subordinados.
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ENCIMA CHUPARLE LAS MEDIAS A UN TIPEJO COMO BERNIE ES UN INSULTO A LOS BUENOS CHUPAMEDIAS.