Los abogados del estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton tienen un pie en cada vereda. Mientras defienden a la Argentina ante el implacable Thomas Griesa, también trabajan para el banco que retiene los fondos argentinos y, para completar el círculo, asesoran a algunas de las entidades que pretenden comprar la deuda que tienen en su poder los holdouts.

De acuerdo a la información que figura en su sitio web, Cleary Gottlieb Steen & Hamilton logró el año pasado que la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Estados Unidos desestimara una serie de demandas de inversores contra el Bank of New York Mellon (BoNY), el HSBC, JP Morgan y otras entidades acusadas de ser parte de la millonaria estafa de Bernard Madoff.

El Bank of New York Mellon es un actor clave de la pelea entre Argentina y los fondos buitres. El BoNY es el Agente Fiduciario encargado de distribuir los fondos a los bonistas que aceptaron los canjes de deuda y por orden de Griesa en junio bloqueó el pago de 539 millones de dólares que hizo el Gobierno por el vencimiento de los bonos Discount.

La entidad se mantiene en una incómoda posición, tironeado por los bonistas que reclaman el pago y siendo puesto por Argentina como el responsable del incumplimiento del pago. De hecho, la semana pasada el Ministerio de Economía publicó una fuerte solicita en la que alentó a los acreedores a presionar al BoNY para que les pague el vencimiento incumplido.

"Le recordamos a los Bonistas, que existen varios derechos –y sus consecuentes remedios judiciales–a su disposición para el caso que el Agente Fiduciario incumpla con sus obligaciones, en particular la de transferir los importes por los pagos que la República Argentina ha realizado a su favor", decía el texto. "A título meramente ejemplificativo, cabe señalar que el Artículo 5.9.c del Trust Indenture dispone que los tenedores de una mayoría de capital acumulado de los títulos de deuda en circulación, de cualquier serie, podrán remover al Agente Fiduciario del cargo en cualquier momento y designar a un sucesor", agregó el Gobierno.

La solicitada provocó una airada reacción de Griesa que inmediatamente convocó a una audiencia para reprender a los abogados de la Argentina por las “declaraciones falsas” que contenía el texto. Allí, Jonathan Blackman, el abogado de Cleary que representa al país, se desligó totalmente y dijo que era responsabilidad del Gobierno.

Como explicó LPO, Blackman y Carmine Boccuzzi son las caras visibles de la defensa argentina y suman cada día más cuestionamientos de parte de abogados especializados en el tema, pero también en algún sector del Gobierno. Con largos años trabajando para Argentina, se calcula que Cleary ya embolsó unos 100 millones de dólares por esa tarea.

Cleary está en la mira por no haber logrado ningún resultado positivo para Argentina y por haber cometido errores básicos como adelantar que no cumpliría la sentencia. Este medio reveló que además estuvieron en el armado del marco legal de los canjes de deuda y prescindieron de figuras básicas del derecho comercial como las que se usan en las quiebras para que a determinada mayoría que acepte la reestructuración de una deuda, el acuerdo es obligatorio para el cien por ciento de los acreedores.

Lo llamativo de la amplitud de Cleary, que figura en el puesto 8 de los cien estudios más prestigiosos de los Estados Unidos, es que además de defender al BoNY y a la Argentina, también trabaja para algunas de las entidades que buscan comprar la deuda que los fondos buitres tienen en su poder para que el país salga del default.

En principio, los cuatro bancos que estarían en negociaciones con los holdouts que ganaron el juicio son JP Morgan, Citibank, HSBC y Deutsche Bank, aunque las tratativas se mantienen en secreto. También se menciona a otras entidades como el Bank of America y Goldman Sachs.

Como se dijo, Cleary defendió al HSBC en la acusación por el caso Madoff. Pero en 2011, el estudio también asesoró a unos 40 bancos acusados por un grupo de inversores afectados por la venta de hipotecas basuras en 2008, el caso que derivó en la caída de Lehman Brothers. Además del HSBC y el BoNY, entre esos bancos también estaba el Citibank y Bank of America, por ejemplo. Pero en otros casos también asesoró al Deutsche Bank y al JP Morgan.