Tras perder las primarias de las principales provincias, Cristina tomó uno de los latiguillos de campaña de Sergio Massa y anunció que en septiembre dejarian de a pagar Ganancias los empleados que ganen menos de 15.000 pesos, tanto solteros como casados.
Hasta ese momento los primeros estaban gravados cuando percibían 8.360 pesos y los conyugues tributaban con ingresos de 11.563.
Con la esperanza de remontar los números de Martín Insaurralde y acallar uno de los principales reclamos sindicales, Cristina aportó para ese fin 2.581 millones de pesos que preveía recaudar y bien le hubieran servido para paliar el déficit en las cuentas públicas.
Nada salió como lo planeaba: los números en las elecciones generales fueron peores y la escalada de precios récord de diciembre, que dejó la inflación de 2013 al borde del 30% según casi todas las mediciones privadas, elevó las pretensiones sindicales y el tema ganancias, que parecía olvidado, podría volver a la mesa de negociaciones.
Roberto Fernández, de la UTA, tuvo muchas dificultades para cerrar el acuerdo de choferes de larga distancia, que logró recién en agosto con un salario mínimo de 9000 pesos.
Decidido a agruparse con el resto de las centrales obreras para reclamar una recomposición del 30%, se encontró otra vez con el tope de ganancias como problema.
“Por obvias razones, es muy común con los choferes de larga distancia tengan que hacer extras para completar recorridos. En 2014 va a ser un tema porque tal vez si lo hacen terminen gravados por ganancias”, anticipó a LPO
“Lo más insólito es que se trata de empleados que tienen una casa, un auto y una familia. No más que eso. Y si hacen extras se las quitan. Nos tenemos que unir para evitar esto también”, amplió.
Fernández está distanciado de Hugo Moyano pero no tiene problemas en retomar la relación y el 20 de enero estará junto a él y Barrionuevo en Mar del Plata.
Camioneros será otro gremio gravado por ganancias si hacen adicionales. Moyano ya anticipó que se sumará al reclamo por el 30% y seguramente colará Ganancias en la discusión.
Los gremios nunca hablaron de bases imponibles para pagar ganancias sino de la necesidad de eliminar su imposición para asalariados, como ocurría en la convertibilidad.
Como el kirchnerismo demoró sucesivamente la actualización de los mínimos alcanzables, los empleados empezaron a ser gravados.
Entre los cambios de septiembre Cristina elevó más el piso para los trabajadores de al patagonia, que tienen salarios más altos.
No lo hizo para redimirse ante los suyos: entre los perjudicados se encuentran los trabajadores petroleros, claves para que avance las inversiones de YPF previstas este año.
De todos modos no evitó el conflicto. En diciembre los supervisores de las plantas no aceptaron un bono de 6000 pesos como adelanto de paritarias y mantuvieron algunos yacimientos parados.
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Ha sido reducido a un estado clientelar, que somete con la AUH a los más humildes, mientras se llenó de ñoquis que cobran sueldos de 5/6 cifras.
LA DEKADA MENTIDA.