No es que esté melancólico pero recuerdo que tenía sólo 7 años aquel 10 de diciembre de 1983. Vivía en Bolívar con mi familia. 

Mis viejos, con mucha ansiedad y nerviosismo habían ido a fines de Octubre a votar a La Plata, ciudad que me vio nacer. Nunca olvidaré la emoción de mis padres el día que asumió Raúl Alfonsín. Aún siendo peronistas veían que era una oportunidad única para dar vuelta la página de tanto dolor, tanta injusticia, tantas pérdidas queridas.

Con mis amigos de la infancia recuerdo haber bromeado en el Gimnasio del Colegio Cervantes por mi calidad de familia peronista, pero la alegría se sentía en todo el querido pueblo de Bolívar.

¿Cómo no festejar esta fecha histórica para nuestro país?

En estos 30 años seguro que hemos tenido muchos sin sabores, pero sabés que en democracia podes opinar, decir lo que quieras, expresarte públicamente, discutir, votar, elegir y ser elegido.

La participación en democracia nos hace crecer como pueblo, como Nación, como Patria.

¿Cómo negar nuestros problemas, nuestras profundas tristezas ante la muerte burda, los desengaños y amarguras? Pero no podemos perder la oportunidad de ratificar que seas radical, peronista, socialista, liberal o independiente, la democracia es nuestra única y mejor forma de convivencia.

Cada uno recordará momentos históricos políticos, sociales o deportivos de estos 30 años que consideran más o menos importantes. Los que consideramos aciertos o desaciertos, los que nos unen o desunen, de acuerdo a la mirada que cada uno de nosotros que tengamos sobre la realidad. Por eso no dejes de recordar y festejar.

Pensemos todo lo que hemos hecho entre todos y todo lo que podemos en democracia hacer para vivir cada día un poco mejor en nuestro país.