Editorial
Todos somos Gandhi contra la nuclearización del Atlántico Sur
Por Juan Recce
La cultura Gandhiana de la no violencia desmanteló el imperio inglés en la India. Hoy vamos por ese camino;hay una sociedad global comprometida y consciente que no tolera ya algunas injusticias. Miremos a los indignados, miremos la primavera árabe, nuestro mundo es muy distinto al de la Era Victoriana.
El incremento de las capacidades navales británicas en el Atlántico Sur constituye un gesto ofensivo hacia una Nación que clama por el restablecimiento de las negociaciones bilaterales promovidas por la resolución 2065 de las Naciones Unidas. Cualquier gesto ofensivo merece la atención del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Bajo ningún punto de vista Argentina puede permanecer pasiva frente a esta primitiva marcada de cancha del poder colonial. No podemos dejar que el rompecabezas del Atlántico Sur y la Antártida se parezca al de Irak, Afganistán o Libia.

El poder militar es siempre dual, no existen capacidades militares ofensivas y otras defensivas, depende del contexto interpretativo y de los gestos políticos que acompañen a tales recursos bélicos.

El poder inglés en el Atlántico sur, es un poder ofensivo y usurpador. La geopolítica es un rompecabezas dinámico, las movidas de anticipación modifican el modo en que van calzar las próximas piezas, desplazando el horizonte de lo posible y rediseñando la forma final del cuadro. Nunca se sabe cómo se va a quedar, sólo sabemos que si no participamos del juego nunca habremos condicionado su forma conforme a nuestros intereses. Argentina está jugando asertivamente en este sentido.

El Reino Unido apostó, como lo ha hecho innumerables veces a lo largo de su historia, a la política de los garrotes. La historia del Reino Unido da cuenta de cómo su conducta ha condicionado negativamente el porvenir de millones de seres humanos a lo largo de la historia. Echemos una mirada al pasado cercano de los siglos XIX y XX: China, India, África Subsahariana, Medio Oriente, los Balcanes e Irlanda. Echemos una mirada al mundo contemporáneo: Irak, Afganistán, Libia e Irán.

En el campo se dice que las vacas son voraces; sino se alambra acaban con las pasturas. El Reino Unido es una de esas vacas voraces que no reconoce ni alambrados ni boyeros.
Necesitamos romper el discurso británico. Malvinas y la Antártida, son para el Reino Unido, parte de un único sistema estratégico de poder, cuyos márgenes se amplían con sus territorios de ultramar ubicados en el centro del Atlántico Sur.

Las islas de Ascensión, Tristán de Acuña, Georgias y Sándwich de Sur, le confieren el control logístico del camino de occidente a la Antártida. Aunque los británicos se esfuercen por decir que Malvinas y la Antártida son temas distintos, su punto de proyección logístico es Puerto Argentino.

Los kelpers no son el objeto en cuestión, no nos equivoquemos. A través del sistema ARGOS, el Reino Unido monitorea temperaturas, salinidad y corrientes submarinas de todo el mar antártico. A través del British Antartic Survey estudia y nomencla riquezas imperceptibles. Antes se hablaba del krill como el alimento del futuro, hoy es importante pero no tanto. La carrera es por el patentamiento de la diversidad biológica para fines de farmacéuticos, es por el control de los recursos mineros sumergidos en la plataforma continental y por el control de los recursos hidrocarburiferos de los subsuelos.

Hoy más nunca releamos a Scalabrini Ortiz pero con la lupa de despertar político lobal: “somos los subsuelos de la patria «global» sublevada”. Golpear las puertas del Consejo de Seguridad con una apuesta redoblada -la militarización de una zona de paz y la nuclearización de un área libre de armas de destrucción masiva- condiciona políticamente el rompecabezas geopolítico.

La sola presentación y puesta en evidencia de la conducta ofensiva del Reino Unido ya es un éxito rotundo para nuestro país, en tanto que un capital de altísima legitimidad regional y global.

La resolución jurídica es inescindible de la solución política del conflicto. El derecho internacional nunca ha sido una prístina expresión del “deber ser”, todo lo contrario, es la cabal expresión histórica del poder mundial.

El derecho ha sido pensado como un laberinto europeiforme sin salida para quien no tiene el poder. El camino del éxito para los militarmente débiles es la creatividad; debemos romper las formas y seguir actuando políticamente.

El reconocimiento global nos hace políticamente fuertes. No hay tiempo que perder puesto que la prosperidad de nuestras próximas generaciones está en juego en el vector Malvinas-Antártida.

La cultura Gandhiana de la no violencia desmanteló el imperio inglés en la India. Hoy vamos por ese camino; hay una sociedad global comprometida y consciente que no tolera ya algunas injusticias. Miremos a los indignados, miremos la primavera árabe, nuestro mundo es muy distinto al de la Era Victoriana.

En esta pulseada el Reino Unido es Goliat y Argentina es David. Goliat tiene una banca permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con derecho a veto, tiene un moderno y poderoso sistema de defensa, controla las finanzas globales y aglutina a 54 estados sobre 197 en la Comunidad Británica de Naciones, siendo la Reina Isabel jefa de estado de dos tercios de esos países. La ecuación lineal “newtoniana” es muy asimétrica, pero David es un “heisenbergriano” que cree en la relatividad, y en el poder superador de la legitimidad y la paz. Sabemos cómo termina la historia de David y Goliat.

Mientras tanto, nuestra avanzada en Malvinas debe ser el CONICET. A diferencia de 1982, a una década de iniciado el siglo XXI, la batalla se da en el campo del conocimiento. La carrera no es armamentista sino científica.

Las victorias son “patentes” y descubrimientos y no enclaves territoriales. Debemos ocupar el Atlántico Sur con conocimiento. La economía real, es una economía de conocimiento que amplía los horizontes de las “cosas” conocidas para su gerenciamiento a través de su posesión real. Nuestra economía real del futuro, no la inmediata, sino la de los próximos 30, 40 y 50 años esta intrínsecamente vinculada a nuestra identidad sur.

Si somos perseverantes en el camino del diálogo y la paz, veremos los resultados en un par de años. La capacidad de metabolización global de los residuos coloniales activos es cada vez menor. Miremos con lucidez los acontecimientos globales: el Reino Unido se comporta como María Antonieta al grito de “que coman tortas”.

El mundo cambió desde que el poder está en otras latitudes, justamente allí donde está la economía real, lejos del Reino Unido. Pronto tendrá que reinventarse o sucumbirá, aun cuando su poder militar sea cuantioso. Es una nación inteligente, que sabe por diabla y por vieja, van a tener que ceder.
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  • 5
    25/05/12
    22:56
    Excelente! Excelente! Clarisimos los conceptos, sólidos y muy bien hilvanados... necesitamos pensar más con esta complejidad. A proposito... no encontré ninguna de estas ideas en wikipedia, este muchacho sabe. Abrazo
    Responder
  • 4
    22/05/12
    15:15
    Esta nota esta llena de imprecisiones. La suma de tales imprecisiones sumada a una voluntad del autor por demostrar que conoce temas (wikipediados), le dan un aire muy mediocre que no se corresponde con el resto de los escritos del sitio.
    Responder
  • 3
    28/03/12
    00:32
    Le recuerdo que fue Gandhi quien en 1967 dió inicio al programa nuclear de la India, ¡su idea es la idea de un mundo feliz!, le deseo mucha suerte y espero que todas las instituciones que le han dado a ud. formación académica se planteen si deben seguir existiendo.
    Responder
  • 2
    16/03/12
    10:14
    Muy buen artículo y muy buena mirada. Hay que decir además que la clase política argentina tiene que modificar sus paradigmas mentales tenemos que pensar hacia el Siglo XXI y no con modelos de mediados de siglo XX. Esto va para todos los sectores. Saludos
    Responder
  • 1
    05/03/12
    11:35
    Exelente, exelente, exelente, ...... tan simple como cierto, todo lo demas sobre el tema Malvinas y nuestro posicionamiento en el Nuevo Orden internacional que se esta gestando es pura DEMAGOGIA irresponsable
    Responder
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