La gestión Biden espera que España ejerza un mayor peso en la defensa de los derechos humanos en Cuba y Venezuela. Así se lo hizo saber el presidente de la Comisión de Exteriores del Senado estadounidense, Robert Menéndez, al ministro José Manuel Albares, con quien mantuvo una videoconferencia.

Durante el encuentro virtual hablaron de Iberoamérica, la OTAN y la relación bilateral, según el ministro de Exteriores español. El legislador demócrata estuvo entre aquellos que cuestionaron la designación de Julissa Reynoso como embajadora de Estados Unidos en España, por su rol en el descongelamiento de las relaciones entre Washington y La Habana durante la administración Obama.

Menéndez dijo tras la reunión que pidió a Albares "un mayor compromiso en materia de derechos y democracia en Cuba y Venezuela", aunque agradeció a Madrid su posición respecto a las pasadas elecciones en Nicaragua. El presidente del Comité de Relaciones Exteriores pidió días atrás al Departamento de Estado que eche por tierra la preferencia comercial que mantiene su país con el régimen de Daniel Ortega, pero también con El Salvador de Nayib Bukele.

En octubre, Menéndez criticó en términos muy duros a Sánchez por negarse a firmar la declaración patrocinada por Estados Unidos contra el gobierno de Cuba por las protestas en la isla

Albares parece quedar en medio del fuego cruzado, sobre todo porque el reproche de Menéndez se produce un día después de que el exvicepresidente Pablo Iglesias comparara la diplomacia de Sánchez con la del PP, en particular por sus posturas hacia América Latina. Menéndez, de origen cubano, mantiene una línea dura hacia América Latina, más acorde a la de los republicanos y a la del exmandatario Donald Trump.

En octubre criticó en términos muy duros a Sánchez por negarse a firmar la declaración patrocinada por Estados Unidos contra el gobierno de Cuba por las protestas en la isla. "Pareciera que los españoles se preocupan más por sus hoteles e inversiones en Cuba que por la democracia y los derechos humanos", dijo entonces. También señaló que esa no era una posición "que uno esperaría ver en un aliado de la OTAN".

Tal como adelantó LPO, la retirada de Estados Unidos de la base de Morón no solo respondió a un cambio de estrategia regional y al despliegue norteamericano en la zona del Pacífico, sino que la administración Biden, así como la de Trump, esperaban un rol más activo y contundente de Sánchez hacia Cuba y Venezuela, sin encontrar el eco esperado para sus demandas en América Latina.