La relación entre ellos es de lo más estrecha, hablan en forma periódica, sus conversaciones públicas son seguidas por millones de personas y hasta se dan el gusto de mostrarse juntos y sonrientes, en más de una oportunidad. Además, Tucker Carlson es dueño de una popularidad que podría aportarle a Donald Trump el diferencial de votos que necesita para regresar a la Casa Blanca. Lo que quizás había sido motivo de especulación hasta hace no tanto en los círculos trumpistas acaba de cobrar una relevancia inédita porque apareció en la boca de Donald Trump Jr. El hijo mayor del ex presidente es una pieza importante en su esquema de campaña y lo escolta en todos sus actos.

Cuando se le preguntó durante una aparición en el canal de cable conservador Newsmax si le gustaría que Nikki Haley o Ron DeSantis se convirtieran finalmente en compañeros de fórmula de Tump, Jr sorprendió a todos y sumó a Carlson a una danza de nombres que, hasta el momento, no lo incluía. Ante la repregunta de si consideraría a Carlson como candidato a vicepresidente de su padre, Trump Jr. respondió sin eufemismos: dijo que la opción estaba "sobre la mesa".

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"Quiero decir que son muy amigables, creo que están de acuerdo en prácticamente todas estas cosas. Ciertamente están de acuerdo en poner fin a las guerras interminables. Y entonces, me encantaría que eso sucediera. Sin duda sería un candidato", dijo el hijo del ex presidente.

Trump en Iowa, esta semana. A la derecha aplaude su hijo, Trump Jr.

AP

Carlson es para muchos el más popular de los comunicadores del trumpismo. Dirige su propia empresa de medios y conduce un programa de altísima popularidad en X, donde Trump es uno de los entrevistados preferidos de la audiencia. 

Son muy amigables, creo que están de acuerdo en prácticamente todas estas cosas. Y entonces, me encantaría que eso sucediera. Sin duda sería un candidato. La opción está sobre la mesa.

Además, el animador que se mueve como pocos en el registro del show periodístico viene de cobrar una trascendencia mayor en los últimos tiempos, después de una serie de escándalos que lo acercaron todavía más a Trump. 

Tanto Carlson como el ex presidente son críticos de la línea editorial de Fox News, la nave insignia del conglomerado mediático de Rupert Murdoch.

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Durante seis años, condujo un programa de opinión que cada noche era visto por 3 millones y medio de personas en el prime time de Fox News y terminó despedido en forma poco clara por la cadena de noticias conservadora. A manera de explicación, se impuso un dato de la realidad. Lo echaron poco después de que Fox se viera obligado a pagar a la empresa Dominion Voting Systems una suma histórica en concepto de indemnización por los dichos de Carlson que habían difamado a la compañía encargada del escrutinio de 2020, en medio de las denuncias de fraude de Trump.

Aunque Carlson declaró el año pasado que sería algo difícil de imaginar, el líder republicano Trump no dudo en afirmar que sería capaz de analizar la posibilidad de que el animador se convierta en su candidato a vicepresidente. "Tiene un gran sentido común", afirmó. Falta poco para saber quién es la persona elegida.