El domingo de las elecciones presidenciales en Argentina, Joe Biden y el Papa Francisco hablaron por vía telefónica sin intermediarios. El presidente de Estados Unidos y la autoridad máxima de la Iglesia Católica se comunicaron en medio de la guerra en Medio Oriente para dialogar sobre el convulsionado escenario internacional.
La información oficial que difundió el Vaticano asegura que Francisco habló con Biden sobre la necesidad de encontrar caminos de paz para atenuar las consecuencias de la guerra en Europa y Medio Oriente.
Biden es el segundo presidente católico en la historia de Estados Unidos y no oculta su gran afinidad por el Papa. El argentino Jorge Bergoglio es un defensor del ecumenismo, gran defensor de la paz y duro contrincante de las expresiones de ultraderecha a nivel global. Tienen diálogo directo y sin intermediarios.
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En el contexto de la guerra en Medio Oriente, Biden adoptó una postura de fuerte respaldo a Benjamin Netanyahu frente a la milicia de Hamás y Francisco advirtió en el rezo del Ángelus dominical que lamentaba la "grave situación humanitaria" en Gaza, al tiempo que denunció el bombardeo del hospital anglicano y una iglesia ortodoxa en una operación que terminó con la vida de 18 palestinos cristianos. En medio de acusaciones cruzadas, todavía no queda claro quién es responsable.
Aunque nadie quiso confirmarlo ni negarlo, Biden y Francisco tenían un tema adicional, que los unía sin fisuras, este domingo 22 de octubre, las elecciones presidenciales en Argentina. En el país del Papa, competían el peronista Sergio Massa y el líder de la ultraderecha antisistema Javier Milei. Tal como informó desde un comienzo LPO, el Departamento de Estado vio con extrema preocupación el surgimiento de una fuerza antisistema que se alineaba en la internacional trumpista a la que también reportan Jair Bolsonaro y el chileno José Manuel Kast.
Aunque Francisco y el candidato peronista tuvieron en el pasado diferencias, la irrupción de Milei, quien lo atacó de manera directa y violenta en más de una oportunidad, cambió por completo el escenario. Massa aprovechó el debate televisivo de candidatos para reclamarle a Milei que le pidiera perdón al jefe de la Iglesia. El libertario afirmó que se trataban de antiguas declaraciones del tiempo en que no estaba en política, pero se enredó con la respuesta mientras Massa lo apuraba. "No tengo problema en repetir que estoy arrepentido por eso", dijo Milei. Su perdón obligado no convenció demasiado en el Vaticano.
De hecho, Francisco le dio una entrevista extensa a la agencia oficial Télam y aprobó su difusión antes de la fecha de las elecciones presidenciales, algo que según pudo saber LPO no estaba previsto en un principio. Allí, se mostró muy crítico del candidato de La Libertad Avanza. "El Mesías es uno, los demás son todos payasos del mesianismo", afirmó en clara referencia a Milei. El líder de ultraderecha que se inspira en Trump afirmaba que la justicia social, uno de los postulados básicos que unen al peronismo con la Iglesia, era una aberración. Además, contaba con el apoyo de algunos pastores evángelicos ultraconservadores, un fenómeno incipiente pero de claras similitudes con el del trumpismo.
A días de los comicios, como si fuera poco, el referente ideologico de Milei acusó a Francisco de autoritario y propuso romper relaciones con el Vaticano.
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A nivel internacional, Biden y Francisco no solo tienen en común el rechazo a las posturas negacionistas que defiende el trumpismo. Además, son blancos permanentes de la ofensiva de Steve Bannon, el gran propagandista de la ultraderecha estadounidense. Bannon hasta instaló en Roma para coordinar sus movimientos con grupos fascistas italianos.
En 2018, Bannon tomó un monasterio situado a 130 kilometros al sureste de Roma como su sede de operaciones. Eligió La cartuja de Trisulti, un templo construido en 1204 en lo alto de una montaña que fue inaugurado por el Papa Inocencio III. Mas cerca en el tiempo, Bannon apoyó a los golpistas de Bolsonaro que tomaron los tres poderes del Estado en Brasil para impedir que Lula Da Silva asumiera funciones. El Papa Francisco es otro gran aliado del presidente de Brasil.
Aunque buscan preservar las formas y no hacer alusiones directas a un proceso electoral que todavía está abierta, una eventual victoria del ultraderechista Milei en Argentina es algo que rechazan con mucha fuerza tanto en la Casa Blanca como en el Vaticano.
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