Hace un año, los trabajadores de una tienda de Starbucks en Buffalo, Nueva York, votaron a favor de sindicalizarse, una novedad absoluta para la cadena. Desde entonces, la victoria del sindicato en la ubicación de Elmwood Avenue ha estimulado a más de 300 de los cafés de la compañía a hacer lo mismo con sus propias peticiones para elecciones sindicales e inspirado a los trabajadores de otras grandes cadenas como Chipotle o Trader Joe's para organizarse en sus propias tiendas. El año pasado, más de 260 sucursales de Starbucks votaron a favor de sindicalizarse, lo que le dio al sindicato una tasa de victorias del 80 %, según datos de la Junta Nacional de Relaciones Laborales.

La reacción empresarial llegó muy rápido. En abril, mientras el movimiento sindical seguía cobrando fuerza, el director ejecutivo de Starbucks, Kevin Johnson, anunció que se retiraría. Howard Schultz, quien convirtió a la compañía en un gigante mundial del café, regresó por tercera vez al puesto más alto con el objetivo declarado de reinventar Starbucks y reparar su relación con los trabajadores.

Con Schultz a la cabeza, la empresa con sede en Seattle ha estado luchando contra la presión sindical, y la desaceleración en la presentación de peticiones sindicales desde mayo muestra que esos esfuerzos pueden estar dando sus frutos. Menos del 3% de las más de 9,000 ubicaciones estadounidenses propiedad de Starbucks han votado a favor de sindicalizarse.

Starbucks enfrenta la primera huelga nacional de sus empleados en la historia

Sin embargo, el conflicto sigue abierto. Con motivo del aniversario del primer éxito sindical en Buffalo, en varias ciudades de Estados Unidos se realizaron actos para celebrar esta fecha y organizar los siguientes pasos en la lucha sindical. En Nueva York, los trabajadores de Starbucks y miembros de varios sindicatos, se reunieron a las puertas del ayuntamiento. Capitaneando la marcha se encontraba James Carr, un trabajador de Starbucks en el barrio de Queens. En diálogo exclusivo con LPO, contó su balance del proceso de sindicalización.

¿Qué es lo que ha sucedido durante este año de lucha sindical?

Pasamos de 0 tiendas sindicalizadas a casi 300 en este año. En 36 estados más la capital, que cubre a 7 mil trabajadores. Solo piensa en la magnitud de eso, es asombroso y solo es el comienzo. Incluso ganamos elecciones frente a tácticas realmente repugnantes por parte de la compañía y tenemos que conseguir un contrato y eso es lo que está pasando ahora

Trabajadores de Amazon el año pasado también se sumaron a la lucha sindical, pero con resultados agridulces. ¿Eres optimista ante este movimiento?

A pesar de que la empresa ha sido abusiva y con tácticas poco saludables, eso no debería desanimar a los trabajadores de sentir que han hecho una cantidad monumental de trabajo el año pasado, porque los esfuerzos de organización de los trabajadores de Starbucks se destacan como los mejores esfuerzos de organización jamás vistos, y eso ante la falta de poder que tenemos frente a el empleador.

No tener contrato no debería ser una forma de juzgar el efecto de nuestra organización. Ya hemos hecho mucho a pesar de que no tenemos un contrato. Pusimos tanta infraestructura primaria en su lugar para empoderar esta sindicalización para el futuro. Eso es lo que estamos aquí hoy para celebrar. Los contratos vendrán, pero tenemos que tomarnos un tiempo para reconocernos y celebrar el hecho de que hemos logrado tremendos avances como trabajadores en contra de nuestros empleadores, especialmente ante tanta falta de poder.

El delegado James Carr, en el acto por el primer aniversario de la sindicalización en Starbucks.

LPOEdgar Costa

Hay una nueva ola de entusiasmo pero vuestras demandas no son nuevas.

Hemos inyectado una nueva energía en el movimiento sindical americano. Pero es cierto, lo que los trabajadores hemos estado luchando es lo mismo que han luchado por generaciones: salarios con los que se pueda vivir, condiciones de trabajo seguras, horarios estables, condiciones y respeto. Respeto por la contribución de los trabajadores a hacer su empresa un éxito.

Starbucks despidió a organizadores por infracciones no relacionadas, cerró un puñado de tiendas sindicalizadas, retuvo salarios más altos y mejoró los beneficios de los baristas en ubicaciones sindicalizadas. La empresa niega las acusaciones de que se ha involucrado en prácticas laborales injustas para anular al sindicato.

Pasamos de 0 tiendas sindicalizadas a casi 300 en este año. En 36 estados más la capital, que cubre a 7 mil trabajadores. Solo piensa en la magnitud de eso, es asombroso y solo es el comienzo.

Hasta la fecha, Starbucks y el sindicato aún tienen que acordar un contrato para cualquiera de las ubicaciones recién sindicalizadas, y las negociaciones se han interrumpido por desacuerdos sobre si los miembros del sindicato pueden unirse a las conversaciones a través de Zoom.

Los representantes de Starbucks abandonaron las reuniones minutos después de que comenzaran, insistiendo en negociaciones solo cara a cara, citando regulaciones federales. La empresa ha presentado 22 denuncias vinculadas a negociaciones con la Junta Nacional de Relaciones Laborales.

Las leyes laborales no requieren que el empleador y el sindicato lleguen a un acuerdo de negociación colectiva, sólo que ambos negocien de buena fe. Y después de un año, los trabajadores que pierden la fe en el sindicato pueden solicitar la descertificación, poniendo fin a las negociaciones.

Los sindicatos son raros en la industria de los restaurantes. Solo el 1,2 % de los trabajadores de establecimientos de comida y bebida eran miembros de sindicatos el año pasado, lo que está muy por debajo de la tasa de sindicalización del sector privado del 6,3 %, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Pero el impulso sindical de alto perfil de Starbucks ha llevado a los organizadores de otros restaurantes y minoristas a seguir el ejemplo de los baristas.