
Mientras que la campaña de Joe Biden busca destacar sus logros económicos, algo que pasa inadvertido por los votantes que siguen mostrando en cada sondeo que la economÃa es la preocupación número uno, uno de los contendientes en la interna republicana trata de canalizar ese descontento. El gobernador de Florida lanzó sus lineamientos económicos para una eventual presidencia amparado en el éxito que tuvo el estado. Ron DeSantis quiere hacer de la nación lo mismo que hizo en Florida.
Para lograrlo, no sólo necesita repuntar una desventaja abrumadora contra Donald Trump en las encuestas; sino convencer de que lo sucedido en Florida es todo éxito de su gestión. Por lo pronto, el candidato enunció su "Declaración de Independencia Económica", un plan de diez puntos donde pone el eje en las relaciones comerciales con China.
"Para aquellos conectados a la clase dominante de DC, la vida nunca ha sido mejor. Cinco de los ocho condados más ricos de los EE.UU. son suburbios de Washington. Las corporaciones multinacionales, especialmente en sectores como la tecnologÃa, han experimentado un aumento masivo de la riqueza al vender nuestros activos y subcontratar nuestra base industrial a China", dijo el candidato republicano en un acto en New Hampshire.
DeSantis recuerda que desde 2020, el crecimiento de la nación ha sido esencialmente en 7 grandes empresas de tecnologÃa como Apple y Google; el aumento de la capitalización de mercado de estas empresas ha superado el aumento de nuestro PIB nominal en el mismo perÃodo de tiempo.
"Las élites que han orquestado polÃticas que han conducido a nuestro actual estado de malestar han fracasado. Una y otra vez, quienes están atrincherados en el poder nos han impuesto polÃticas que han resultado ser miopes y contraproducentes. Hace casi un cuarto de siglo, se nos dijo que dar la bienvenida a China comunista a la Organización Mundial del Comercio y otorgarle el estatus comercial de nación más favorecida conducirÃa a reformas democráticas en China, protegerÃa contra las transferencias forzadas de tecnologÃa, no provocarÃa la reubicación de la fabricación a China, y protegerÃa contra los aumentos repentinos de las importaciones de China", explicó.
¿Qué pasó entonces? DeSantis sostuvo que China se ha vuelto más autoritaria, más poderosa y más ambiciosa. "La relación asimétrica que se ha desarrollado entre EE.UU. y China se caracteriza por el robo de nuestra propiedad intelectual, el dumping comercial, la manipulación de divisas y el espionaje por parte de China".
Y afirmó que Estados Unidos ha visto cómo se vaciaba su base industrial, se desarrolló una peligrosa dependencia de las cadenas de suministro chinas y fue testigo de la exposición de las empresas estadounidenses a un aparato de seguridad hostil.
Los puntos de la "Declaración de Independencia Económica" rezan: "Queremos ser un paÃs que hace cosas"; "queremos ser un paÃs donde una familia pueda criar a sus hijos con un solo ingreso", "queremos ser un paÃs que inspira y exige lealtad de su élite", "queremos ser un paÃs donde los jóvenes sientan que pueden desarrollar habilidades y valores para construir una vida digna y contribuir productivamente a sus comunidades".
Y pide que "declararemos nuestra independencia económica" de las élites fallidas que han orquestado el declive estadounidense; del gasto federal derrochador que ha inflado los precios y hundido a nuestra nación al borde de la insolvencia; del Partido Comunista Chino que nos ha dado vueltas durante una generación; de los planificadores centrales que buscan avanzar en sus agendas polÃticas a expensas del nivel de vida del estadounidense promedio; de polÃticas destructivas como el Green New Deal que buscan obstaculizar nuestra producción de energÃa doméstica; de una clase de corporaciones progresistas que buscan todos los intereses excepto el del pueblo estadounidense.
DeSantis se escuda en los resultados que obtuvo como gobernador. "En Florida, vencimos a las élites, y hemos mostrado el camino a seguir para restaurar la libertad económica y las oportunidades estadounidenses", destacó.
Y sostiene que revitalizar la libertad económica y las oportunidades hoy requerirá más que solo recortes de impuestos requerirá construir una economÃa donde las preocupaciones de los ciudadanos promedio se eleven por encima de las que se consideran "demasiado grandes para fracasar".
"Nuestra declaración de independencia económica requiere que enfoquemos nuestra agenda en reconstruir el sueño americano para nuestra clase media. Reapuntalaremos, diversificaremos y expandiremos nuestra economÃa, recompensando el trabajo duro y empoderando a nuestros ciudadanos para que controlen sus propios destinos. No toleraremos la gestión tecnocrática de la decadencia estadounidense", sentenció.
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