
Los comicios legislativos de noviembre no pronostican buenas noticias para Joe Biden. Cuando faltan siete meses para el primer gran test electoral que enfrentará su gestión, el presidente norteamericano registra bajos indices de popularidad y parece encaminarse a una derrota. Una reciente encuesta del consultor demócrata Doug Sosnik lo confirma. El trabajo hace foco en lo que considera los seis estados claves que pueden definir las elecciones: Arizona, Georgia, Michigan, Pensilvania, Wisconsin y Nevada. En esa zona cero de la polÃtica estadounidense, según la definición del propio Sosnik, hoy Biden pierde de punta a punta y su aprobación está bajo el agua en todos ellos.
Los primeros cinco estados coincidieron en ser los únicos que votaron al candidato ganador en las últimas dos elecciones presidenciales, 2016 y 2020. Junto con Nevada, que los demócratas ganaron por menos del 2,5 % en las dos oportunidades, determinarán el control del Senado y tendrán las contiendas más competitivas para elegir gobernadores en los comicios de medio término. También se espera que definan las elecciones de 2024, sostiene Sosnik. Para el consultor, que está afiliado al Partido Demócrata y se desempeñó como director polÃtico y asesor de Bill Clinton durante su segundo mandato, esa tendencia es lo más importante que hay que mirar camino a noviembre porque, de acuerdo a su criterio, "las grandes fuerzas tectónicas son mucho más determinantes para un ciclo electoral que las tácticas de una campaña".
De acuerdo a la caracterización de Sosnik, son seis estados que se distinguen porque están todavÃa en medio de la transformación polÃtica que ha sido impulsada por factores económicos y cambios demográficos. La realineación se inició en la década de 1990 y ya se completó en casi todo el paÃs. Durante este perÃodo, los republicanos afianzaron su base de apoyo en el sur profundo, el oeste intermontañoso y las llanuras y se consolidaron en los antiguos estados fronterizos de Arkansas, Kentucky, Louisiana, Missouri, Oklahoma, Tennessee, Virginia Occidental y también como en Iowa y Ohio. Al mismo tiempo, los demócratas, que han continuado dominando Nueva Inglaterra y la Costa Oeste, han fortalecido enormemente sus posiciones en Colorado, Illinois, Nueva Jersey, Nuevo México y Virginia.
Por eso, según explica en su trabajo el ex asesor de Clinton, los seis estados clave están entre los más competitivos y hoy resultan atÃpicos en términos polÃticos porque los estadounidenses vienen optando cada vez más por vivir en comunidades homogéneas de valores compartidos y creencias polÃticas. Esta agrupación geográfica de personas de ideas afines ha resultado en elecciones predecibles en la mayorÃa de los estados. En la actualidad, en 37 de los 50 estados del paÃs -más del 75% de la población- el mismo partido controla tanto la gobernación como la legislatura estatal. Solo hay seis senadores estadounidenses y 16 miembros de la Cámara de un partido diferente al candidato presidencial que ganó su estado o distrito en 2020.
El lento crecimiento en los estados en transición de Rust Belt o cinturón manufacturero donde los demócratas solÃan obtener buenos resultados (Michigan, Pennsylvania y Wisconsin) tienen un electorado blanco cada vez más envejecido y sin educación universitaria, de tendencia republicana. En cambio, los demócratas se han vuelto mucho más competitivos en los estados del Sun Belt o Cinturón del Sol (Arizona, Georgia y Nevada), que vienen creciendo muy rápido y cuentan con un electorado cada vez más joven, con educación universitaria y no blanco. A diferencia de Florida, Carolina del Norte y Texas, estos estados están mucho más cerca de inclinarse hacia los demócratas.
Si bien Trump no creó este realineamiento, aceleró su finalización con su victoria presidencial de 2016 y su tiempo en el cargo. Su base ganadora de 2016 se basó en votantes blancos de la clase trabajadora. Después de haber apoyado a Obama en sus exitosas elecciones de 2008 y 2012, se convirtieron en la base polÃtica de la inesperada victoria de Trump en 2016.
¿Arizona, Georgia, Michigan, Pensilvania, Wisconsin y Nevada tendrán una dinámica propia en estos comicios o serán arrastrados por la ola de disconformidad que predomina a nivel nacional? Los analistas consultados por LPO parecen inclinarse por la segunda opción.
Para Carlos Escalante, director general del Centro PolÃtico, hay tres temas que van a impactar de manera decisiva en noviembre: la inflación, el precio de la gasolina y la guerra. "La inflación y la gasolina son temas muy complicados para los demócratas este año. Lo que los está ayudando es la guerra en Ucrania, que le cayó al gobierno como anillo al dedo. Con la guerra, la caÃda de Biden se frenó. Eso pasa siempre en Estados Unidos y en ese aspecto republicanos no tienen mucho para atacar al gobierno en este tema".
Acorralado por la inflación, Biden lanza más medidas para bajar el precio de los combustibles
Escalante, un venezolano que vive desde hace 25 años en Estados Unidos, sostiene que en polÃtica nunca se puede predecir lo que va a ocurrir en el futuro pero advierte que, si no hay mejoras en el Ãndice de precios y el costo de los combustibles, los republicanos pueden ganar en las dos cámaras. "Si las elecciones fuesen este martes, los republicanos ganarÃan abiertamente. Pero de aquà a noviembre pueden pasar muchas cosas. Puede bajar la inflación, puede ceder el precio de la gasolina, como está sucediendo ahora que Biden liberó parte de las reservas y, sobre todo, se puede ganar la guerra", dice.
Matt Flink, el presidente de la Asociación Internacional de Consultores PolÃticos (IAPC por sus siglas en inglés) coincide en parte con Escalante: "Los pobres números del presidente Biden en las encuestas no son una sorpresa. La inflación, los alimentos en aumento, los altos precios del gas y el sentimiento general de que el gobierno se ha desempeñado pobremente no se limitan solo a esos seis estados clave. El presidente no es visto como un lÃder fuerte", le dijo a LPO.
De todas maneras, Flink coincide con Sosnik en que esos seis estados determinarán el ganador de la presidencia en 2024 y advierte que Biden está bajo el agua en todos ellos. "Son estados que ademas pesan en la carrera de este año hacia el Senado y la Cámara de Representantes, donde se espera que el Partido Republicano tome el control. Son números indicativos de la creciente insatisfacción del publico americano con la administración Biden y de los fuertes obstáculos que enfrentarán los demócratas en 2022 y 2024".
-¿Biden es capaz de revertir esa tendencia en este contexto?, preguntó LPO.
-Este año el desempeño muy pobre de los demócratas ya es un hecho. Biden podrÃa cambiar las cosas para 2024 (como lo hizo Bill Clinton en 1995 y 1996), pero incluso eso será un desafÃo porque un Biden de 80 años probablemente no sea capaz de una nueva versión polÃtica. los próximos dos ciclos electorales, serán muy buenos para los republicanos.
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Y ademas los demos, como todos sucialistas, tienen la maquina del voto cambiado