Cayó como un baldazo de agua fría la polémica decisión de una de las tres principales calificadoras de riesgo que le bajó la nota a la deuda de Estados Unidos. Fitch Ratings, que junto a S&P y Moody's monopolizan el negocio de ponerle una nota a los bonos que emiten los países y las empresas (una especie de certificado de calidad a los instrumentos que emiten) cosechó más críticas que elogios. No sólo por parte de funcionarios del gobierno Biden que calificaron la decisión como "injustificada", sino de banqueros y economistas privados consultados por LPO. Más aún, todos coinciden en que habrá un efecto cascada que empeore la economía del país.

Concretamente, la agencia podó la nota de los bonos emitidos por el Tesoro de EEUU desde "triple A" (la nota más alta que existe) a "AA más". O sea, fue una reducción de un sólo escalón. "La rebaja de la calificación de los Estados Unidos refleja el deterioro fiscal esperado durante los próximos tres años, una carga de deuda del gobierno general alta y creciente, y la erosión de la gobernabilidad en relación con sus pares calificados 'AA' y 'AAA' durante las últimas dos décadas que ha manifestado en repetidos enfrentamientos de límites de deuda y resoluciones de última hora", enumera la agencia.

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La calificadora habló de que la economía estadounidense está cerca de una recesión, que crece el riesgo a que aumente el déficit fiscal y que no es seguro que las próximas negociaciones por el techo de la deuda sean cumplibles. Janet Yellen, la secretaria del Tesoro, fue la encargada de responder: "La decisión de Fitch es desconcertante a la luz de la fortaleza económica que vemos en los Estados Unidos". 

Estamos totalmente en desacuerdo con esta decisión. El modelo de calificación utilizado por Fitch decayó con el presidente Trump y luego mejoró con el presidente Biden. Está claro que el extremismo de los funcionarios republicanos es una amenaza para nuestra economía

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Todo el gobierno demócrata se encolumnó con esa idea. "Estamos totalmente en desacuerdo con esta decisión. El modelo de calificación utilizado por Fitch decayó con el presidente Trump y luego mejoró con el presidente Biden", recordó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. "Está claro que el extremismo de los funcionarios republicanos, desde alentar el incumplimiento hasta socavar la gobernabilidad y la democracia, y buscar extender las dádivas fiscales para los ricos y las corporaciones, es una amenaza continua para nuestra economía", agregó. 

Especialistas consultados por LPO coinciden en que el momento elegido por Fitch es, al menos, cuestionable. "Me tomó por sorpresa el timing. Las razones detrás del downgrade son totalmente conocidas, pero han sido las mismas desde hace mucho tiempo", reconoció Alberto Bernal, jefe de estrategia global de XP Investments.

¿Es justificada la baja de la calificación?, preguntó este medio a Diego Ferro, presidente de M2M Capital Management, un fondo de inversión en Nueva York.

Yo diría que bastante poco justificable dada la situación económica de Estados Unidos. Primero, no sé desde cuándo las agencias de rating agencies tienen mucha credibilidad. La economía de Estados Unidos tiene problemas: uno puede argumentar que tener tanta deuda que está en un trillón de dólares de pago de intereses por año evidentemente es un problema. Pero no es porque te lo diga Fitch. Yo diría que las razones por las cuales el mercado baja me parecen razonables porque la economía de Estados Unidos está en problemas pero no es que esté en problemas serios. Evidentemente tiene un déficit fiscal grande y una cantidad de deuda acumulada grande. Lo que dice Fitch suena realmente bastante básico.

Diego Ferro, presidente de M2M Capital 

Entonces no es realmente un problema. Y menos la baja de nota por parte de la agencia...

Es bastante absurdo porque convengamos que si hay un país que debería tener la capacidad de pagar la deuda en su propia moneda, es Estados Unidos. En el peor de los casos, imprimís. Con lo cual no me parece que ese aviso viniendo de una agencia de rating parezca serio. Y ahí es donde está el aspecto irónico de todo esto. Sinceramente de los menores problemas que yo puedo llegar a ver es el hecho que no paguen porque pagar van a pagar, el único tema es cuánto tipo de sacrificio va a tener que hacer para achicar el déficit fiscal, cuánta inflación vas a tener, cuánta recesión vas a tener, o sea, un montón de problemas que tienen que ver más con la economía que con el crédito de Estados Unidos.

Jorge Piedrahita, CEO de Gear Capital (una consultora financiera y política con oficinas en Manhattan) recuerda que Fitch es considerada la hermana menor de Moody's y S&P con cierto nicho en temas estructurados.

Joe Biden y el jefe de la Cámara, el republicano Kevin McCarty

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"Creo que sus acciones le suben el perfil, generan atención y están bien fundamentadas aunque Janet Yellen diga que no tienen información actualizada tienen excelente y prestigiosos economistas, lo cual pone al comentario de Yellen en la categoria de 'politico' y no de una economista prestigiosa como es ella", advirtió. 

Es bastante absurdo porque convengamos que si hay un país que debería tener la capacidad de pagar la deuda en su propia moneda es Estados Unidos. Este aviso viniendo de una agencia de rating parece poco serio

Para Piedrahita, Fitch hace un llamado de atención que "comparto sobre todo porque los continuos déficits proyectados con la tensión adicional que generan cupones más elevados es preocupante".

"Los comentarios sobre el tema de gobernanza me parecieron muy interesantes. Recordemos que S&P hizo un downgrade hace más de 10 años. Pero ahora hace más ruido porque las tasas son más elevadas y las necesidades de financiamiento del tesoro americano son enormes", afirmó el financista.