Los radicales y los macristas cordobeses esperan que el candidato presidencial del PRO sea el anabólico que necesita la fórmula gubernamental opositora (Oscar Aguad-Héctor Baldassi) para acercarse a la oficialista (Juan Schiaretti-Martín Llaryora).

Mauricio Macri es esperado con ansiedad en el campamento aliancista el jueves, cuando llegará a Córdoba para reiterar sus elogios a Aguad, reunir a dirigentes ruralistas, y grabar los spots que se verán luego en los televisores cordobeses.

La distancia que separa a Schiaretti de Aguad es de entre cinco y 15 puntos, según las encuestas sean de cuño aliancista u oficialista. Si la verdad va por el justo medio, de todos modos la diferencia a favor del ex gobernador peronista, que quiere volver, es muy amplia. Y queda sólo un mes para revertirlo, porque la elección en Córdoba es el domingo 5 de julio.

Sumas que restan

Los aliancistas cordobeses ya reconocen que el engrudo que unió a la UCR, el PRO y el juecismo (Frente Cívico) fue insuficiente para dar un golpe de efecto que haga posible el triunfo frente a la coalición oficialista Unión por Córdoba.

La posibilidad de una derrota es reconocida en off the record por los dirigentes aliancistas, aunque como es de protocolo en las campañas electorales, el discurso triunfalista se mantendrá hasta el final.

El que ya abrió el paraguas en público es Luis Juez, ungido por Oscar Aguad como jefe de campaña. El senador nacional advirtió que está haciendo todo lo posible, y que si se pierda no será por su “culpa”.

En el campamento aliancista admiten el error de cálculo. La suma de las partes no se correspondió con el todo. El macrismo “vendió” a la UCR el resultado que obtuvo Baldassi en las legislativas, pero las elecciones ejecutivas no son lo mismo. El Frente Cívico, sin Luis Juez en la lista, no tracciona.

En este escenario llegará el jueves Mauricio Macri. El candidato a presidente del PRO luce muy bien en las encuestas de imagen e intención de voto. Incluso, podría derrotar a José Manuel de la Sota en la categoría de Presidente en su propia provincia. La gran pregunta es si podrá transferir su capital político a Aguad.

Macri hará prensa para multiplicarse en las pantallas de los cordobeses. También mantendrá una reunión con dirigentes ruralistas, con la intención de mejorar la situación en el interior provincial, tradicional reducto del delasotismo/schiarettismo.

Finalmente, grabará las publicidades de la campaña, en las que aparecerá bendiciendo a la fórmula Aguad-Baldassi. Es la última opción del aliancismo cordobés.