Al ser cuestionado sobre las medidas que está tomando Texas para combatir la crisis migratoria, el gobernador Greg Abbott afirmó que el estado ha tomado todas las medidas posibles en su respectiva frontera.

Sin embargo, añadió que su límite será "no dispararles a las personas migrantes", sólo porque el gobierno de Joe Biden "lo acusaría de asesinato". Declaraciones muy comprometedoras en medio de un conflicto migratorio a nivel internacional.

"Estamos desplegando todas las herramientas y estrategias que podemos. Lo único que no estamos haciendo es dispararles a las personas que cruzan la frontera, porque, por supuesto, el gobierno de Biden nos acusaría de asesinato"´, comentó con indiferencia.

"Me pidieron que indicara dónde se ubica el límite con lo que sería ilegal y señalé algo que obviamente es ilegal", se excusó.

Este no es el primer conflicto en el que se ve envuelto el Mandatario, ya que el Departamento de Justicia de Estados Unidos denunció que elementos de la Guardia Nacional de Texas han obstaculizado la labor de los agentes federales de la Patrulla Fronteriza en la localidad de Eagle Pass.

La obstaculización en uno de los principales puntos de acceso y procesamiento de migrantes que se arriesgan a cruzar desde México, ha desencadenado un grave enfrentamiento entre efectivos federales y estatals, por lo que intervino el Departamento de Justicia.

Al respecto, el vocero del Departamento Militar de Texas, Michael Perry, se limitó a decir que ha mantenido presencia con puntos de seguridad clave desde el 2021 y evitan el accionar de la federación, quienes permiten el constante paso de migrantes.

"La postura actual del estado es la de prepararse para detener futuras oleadas de inmigrantes ilegales y restringir el acceso a organizaciones que perpetúan los cruces de migrantes ilegales en el parque y en el área metropolitana de Eagle Pass", declaró.