La estrategia del Gobierno en el Congreso en este año electoral ya es clara: sesionar lo menos posible y enviar una vez al mes a Marcos Peña a brindar un informe de gestión para polarizar con el kirchnerismo en cadena nacional.

Fue lo que hizo el 22 de marzo en Diputados, cuando respondió a los gritos a las denuncias kirchneristas e inmortalizó la frase "Háganse cargo", replicada en remeras de Cambiemos.

El 25 de abril repitió la jugada en el Senado, justo unos días después de la protesta contra Alicia Kirchner en Santa Cruz, pero sin embargo la decena de senadores kirchneristas prefirió no confrontar con el jefe de Gabinete y dejó las bancas vacías.

"No tiene sentido preguntarle media hora para que responda lo que quiera en 10 minutos y los medios tomen eso", reflexionaron en una breve reunión, antes de la sesión. No todos estaban de acuerdo.

No sucederá lo mismo cuando Peña retorne a Diputados este mes. Hasta el viernes se hablaba de una visita el juves 18 o el miércoles 31 (la agenda internacional de Macri complica la suya), pero por las dudas, el bloque FpV-PJ ya envió 300 preguntas a la jefatura de Gabinete, la mayoría escritas por los camporistas, que esta vez sí darán la cara. 

Kicillof le reprochará el plan de importación de viviendas chinas (el viernes trajo madereros de Misiones que decían poder hacerlas a mejor precio) y la caída de la industria.

También habrá consultas por la denuncia por compra de armas a Estados Unidos (negada por el Gobierno), el plan para prevenir inundaciones, la demora en el plan Belgrano y el Patagonia y el resultado de la reparación histórica a los jubilados, que consideran insuficiente.

Aunque parezca exagerada, la visita mensual de Peña la prevé el artículo 101 de la Constitución, que lo obliga a brindar un informe cada 30 días alternando las Cámaras. Este podría ser el primer año que se cumpla.