Blas Llano anunció este martes que regresará a la política en medio de críticas al actual líder del partido Hugo Fleitas, que tras reemplazar a Efraín Alegre en agosto intenta ordenar un PLRA dividido y golpeado por las sucesivas derrotas electorales. "Hay una falta de liderazgo en el partido, es muy grande", se despachó.

"Posiblemente mi año sabático termina en julio de este año", dijo el exsenador a la 1020 AM, que prometió volver para aplicar ideas nuevas y sacar al partido de la crisis que atraviesa. "Por dos personas el liberalismo paraguayo, que tenía sueños, esperanzas y ganas de ganar la alternancia, lo tiraron al tacho de basura", apuntó en alusión a Yoyito Franco y Alegre.

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Además, Llano tachó a Fleitas de "presidente de transición" y le recriminó haber expulsado a Dionisio Amarilla, Hermelinda Alvarenga, Noelia Cabrera y Édgar López en la última convención para que la bancada liberal en Diputados terminara votando por la reelección de Raúl Latorre en Diputados, una decisión que la dirección no supo explicar.

Hugo Fleitas, líder del PLRA. 

LPOLucas Núñez

Llano se alejó del partido por su enfrentamiento con Efraín, pero ahora planea su vuelta en plena crisis del principal partido de la oposición. Dionisio adelantó la semana pasada que quiere fundar un movimiento interno del PLRA para desafiar a Fleitas, mientras otros dirigentes liberales ya piensan en un sustituto para el actual jefe partidario.

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Uno de los nombres en danza es el de Ricardo Estigarribia, gobernador de Central y uno de los pocos opositores a la ANR con gestión y un perfil renovador. José "Papu" Ríos, intendente de Gaaguazú, también se anotó en la lista para suceder a Fleitas. "Creo que se necesita un recambio. Las caras visibles que tiene el PLRA deben dar un paso al costado y dar paso a nuevas figuras", dijo.

Mientras tanto, Fleitas avanza en la purga de los dirigentes afines al cartismo -algo de lo que se le acusó al propio Llano- antes de definir una suerte de hoja de ruta que sirva para medirse con el gobierno de Santiago Peña y a la vez para delinear un programa electoral de cara a 2028. Pero su liderazgo todavía no hace pie y va sumando rivales internos en el camino.