La multitudinaria manifestación de estudiantes de universidades y escuelas públicas y otros sectores de la sociedad activó las alarmas del oficialismo en cuanto al incremento del descontento contra el gobierno.
Los intentos por menospreciar la lucha de los estudiantes que piden derogar la ley de Hambre Cero y garantizar la gratuidad de la educación superior tuvieron el efecto contrario. El cartismo cambió el discurso y pasó de tratalos de "minorÃa" a acusarlos de estar manipulados.
Si bien la versión de la "influencia polÃtica" ya estaba instalada, el cartismo empezó a hablar de la injerencia de las ONG y puso el pie en el acelerador del proyecto planteado a fines del año pasado, pero que habÃa quedado dormido en los cajones de las comisiones: el que pretende controlar los fondos que reciben estas organizaciones desde el extranjero.
Uno de los proyectistas, el senador Gustavo Leite, lo dijo con todas las letras al señalar que el verdadero motivo que preocupa al cartismo es la competencia que significan estas organizaciones para los partidos polÃticos tradicionales sobre la opinión pública. "Se llaman ONG, pero utilizan plata de los gobiernos. Son avanzadas de ideas que hay en Europa. SerÃa bueno que las ONG que quiera activar abiertamente en polÃtica se declaren asociaciones polÃticas", apuntó.
Leite señalo que desde sus orÃgenes como "entidades de beneficencia (las ONG) fueron mutando a ser entidades de acción polÃtica, escondiendo sus verdaderos intereses y de dónde viene la plata". "Hoy eso es una asimetrÃa, porque los partidos polÃticos estamos controlados de dónde viene la plata y en qué la usamos. Si las ONG se van a meter en polÃticas públicas tienen que tener el mismo tratamiento", continuó.
"La plata que viene de Europa para socavar, por ejemplo, en nuestro caso con el tema de la ideologÃa de género, con ciertas avanzadas en el tema de la educación", sostuvo. En su argumentación, Leite omitió el financiamiento que el propio Estado paraguayo hace a unas 90 organizaciones no gubernamentales con dinero del presupuesto público.
Este año, esos aportes rondan los US$ 4,5 millones para todo tipo de fundaciones. Según la propia ley de presupuesto, estas fundaciones tienen que cumplir con un estricto sistema de rendición de cuentas, además de la obligación de destinar el 90% de los recursos que reciben a sus fines misionales.
El listado incluye a la Organización Paraguaya de Cooperación Intermunicipal (OPACI), recientemente incluida en el Consejo Nacional de Alimentación Escolar (CONAE), a raÃz de la ley Hambre Cero impulsada por el Gobierno. El ente privado no agrupa a todos los jefes comunales, su cabeza, Óscar Cabrera, es un colorado que se entiende bien con el gobierno central, y buena parte de los intendentes que la integran son cuestionados por los manejos en sus territorios.
La embestida del cartismo coincide con el discurso de varios de sus voceros, que apuntaron a la influencia de estas organizaciones a través de los partidos de la oposición, con el malestar de los estudiantes secundarios y universitarios. Tampoco puede descartarse que obedezca al constante respaldo del gobierno de los Estados Unidos -que declaró a Horacio Cartes, presidente de la ANR, como "significativamente corrupto"- a las organizaciones de la sociedad civil, manifestado por su embajador, Marc Ostfield.
Ese respaldo fue reforzado por el coordinador de Anticorrupción Global del gobierno norteamericano, Richard Nephew, quien además de reunirse con sus representantes, los señaló como aliados importantes para combatir la corrupción en Paraguay.
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