La posible candidatura de Alfonso Prat Gay como primer legislador porteño en el frente Unen revolucionó al PRO, que quedó desorbitado luego de la derrota en Capital en las primarias del domingo.

Tanto desde el comando de campaña de Coalición Sur (el sector de Elisa Carrió y Pino Solanas) como desde el de Suma+ (de Rodolfo Terragno y Martín Lousteau), repitieron a LPO desde el domingo que la intención es llevar como primer candidato a legislador a Gustavo Vera, el titular de la ONG La Alameda y respetar el acuerdo previo a las primarias.

Este acuerdo establecía que si uno de los partidos, como sucedió con “Juntos” de Prat Gay, Victoria Donda y Ricardo Gil Lavedra no pasaba el piso del 22 por ciento de los votos dentro de la interna, quedaría afuera de todo, incluyendo a la lista de legisladores porteños que se confeccionaría de manera proporcional entre los partidos que superaron el piso, en este caso, entre Coalición Sur de Pino y Carrió y Sumá+.

Pero el acuerdo fue meramente de palabra y Pino Solanas, que sacó menos de 13 puntos el domingo, está empujando la candidatura de Prat Gay. El cineasta necesita los casi 8 puntos que sacó el ex titular del Banco Central para desplazar al kirchnerista Daniel Filmus del segundo lugar y así adueñarse de la tercera banca de senador que se pone en juego en Capital.

Y pese a que apoya la candidatura de Vera, Carrió tampoco tiene una postura inflexible al respecto. SI bien hizo público su respaldo al titular de La Alameda en reiteradas ocasiones, Lilita podría aceptar que Vera vaya en el segundo o tercer puesto. Por el momento, sin embargo, nadie se arriesga a romper el acuerdo.

Consultado por LPO, Prat Gay eludió toda definición: “me agarraste en un mal momento, habla con mi vocera”, se limitó a decir a LPO el diputado. Algunos políticos porteños que habaron con el ex presidente del Banco Central de este tema, sostienen que a Prat gay no lo tienta demasiado la Legislatura porteña y que evalúa aceptar una oferta del papa Francisco para ir a trabajar en las finanzas del Vaticano.

Revuelo en el PRO

La derrota del domingo modificó los esquemas que manejaba el PRO para armar la lista de legisladores porteños. Antes de las elecciones, en el macrismo confiaban en superar los 30 puntos con facilidad e incluso acercarse a los 40 puntos, lo que les permitiría obtener no menos de 14 de las 30 bancas que se ponen en juego en la Legislatura porteña.

El exceso de confianza llevó al PRO a conformarse con candidatos de gran desconocimiento en el electorado para el primer puesto en la lista de legisladores. Hace dos semanas parecía asegurada la candidatura del ex ministro de Educación de la Alianza, Andrés Delich, que de esa manera desplazaba a la legisladora Carmen Polledo del primer lugar de la nómina.

Pero tras la derrota, en el PRO advirtieron que hay que jugar más fuerte y Delich y Polledo no encabezarán la lista. De hecho, hasta el domingo de las primarias Polledo estaba ganando la interna, apoyada por Rodríguez Larreta, quien ya la está preparando como próxima jefa de bloque.

En el macrismo afirman con preocupación que una eventual candidatura de Prat Gay no hará más que consolidar los votos de Unen, que en el tramo de diputados acumuló el 35 por ciento de los votos. Si el frente mantiene ese caudal de votos y obtiene el primer puesto, el PRO podría olvidarse del sueño de los 14 legisladores y conformarse con una cantidad menor de escaños.

Es por eso que desde hace días comenzaron a surgir los nombres de varios funcionarios del Ejecutivo para encabezar la lista. Primero sonaron los nombres del ministro de Educación, Esteban Bullrich y del de Cultura, Hernán Lombardi. Mauricio Macri prefiere al subsecretario de Transporte, Guillermo Dietrich, en alza desde la implementación del Metrobús de la 9 de Julio. Igual, Bullrich y Lombardi siguen en carrera.

Pero en algunos sectores del PRO estiman que la movida debe ser aún más arriesgada. “O jugamos fuerte o perdemos, el doble corte de boleta es improbable y si Unen gana en Diputados también gana en legisladores”, señalaron a LPO desde el partido de Macri. Y la apuesta máxima por estas horas es la de enviarlo a Horacio Rodríguez Larreta como primer candidato a legislador.

Larreta siempre sostiene que las mediciones que hace en la Ciudad le dan un piso de 30 puntos, casi lo mismo que sacó Gabriela Michetti el domingo y algunos puntos más que lo que obtuvo el rabino Sergio Bergman. “Es una buena oportunidad para medirse”, aseguran quienes ven con buenos ojos su candidatura.

De todos modos, desde el sector del jefe de Gabinete se resisten a una candidatura que lo podría apartar del tablero de control del Ejecutivo. Y sostienen que el objetivo de Larreta sigue siendo la jefatura de gobierno. “Si no llega Mauricio, será con Massa”, amenazan.

La discusión está creciendo porque en rigor lo que se debate es la sucesión de Macri al frente de la Ciudad. Será por eso que la vicejefa María Eugenia Vidal tuvo un gesto audaz y en una llamada directa a Macri se ofreció para encabezar la lista de legisladores.