05 de mayo, 2024
Senado: Los aliados que permitieron al kirchnerismo aprobar el traspaso del subte
El kirchnerismo consiguió votos de peronistas opositores para el artículo que traslada a la Capital 33 líneas de micros y el tranvía sin asignar recursos. Cuatro casi nunca apoyan al Gobierno y fueron desplazados de las comisiones. Menem no apareció y entre oficialistas y aliados habituales reunían sólo la mitad del recinto. Sin lobby, el Pro no pudo dar un susto.
Cuatro senadores del peronismo disidente, una liberal y un ex radical fueron la clave para que el kirchnerismo aprobara en la Cámara alta el traspaso a la Ciudad de Buenos Aires de 33 líneas de micros que transitan por ese territorio y del tranvía de Puerto Madero.
Eso indica el artículo 2 de la ley enviada hace dos semanas por la presidenta y aprobada este miércoles y que seguramente la semana próxima será ley. El primero ratifica el acuerdo firmado el 3 de enero entre la Nación y la Ciudad para transferir el servicio de subterráneo a esa jurisdicción y el tercero confirma los plazos.
El radicalismo aprobó en general el proyecto pero en particular sólo avaló sin objeciones el artículo 1. Para el resto propuso cambios rechazados por una mayoría oficialista que necesitó de todos los colores.
El kirchnerismo contó con 32 de sus 33 senadores, por ausencia del fueguino Mario Colazo. Y tuvo a cuatro de sus cinco aliados fijos. Asistieron la santafesina Roxana Latorre, el neuquino Horacio Lores y los fueguinos Horacio López y María Rosa Díaz. Pero nunca apareció Carlos Menem.
Del mapa inicial, Miguel Pichetto, jefe del bloque K, contaba con 36 votos para aprobar el artículo 2, o sea, la mitad del recinto. Si el resto abandonaba sus bancas en ese momento, la sesión se levantaba.
Pero esa hipótesis parecía impensada para el Pro, que ni siquiera exageró esfuerzos en torcer voluntades de aquellos senadores que se oponen siempre al Gobierno. Y el resultado quedó a la vista.
El kirchnerismo confirmó a dos aliados nuevos que sumó en las votaciones de diciembre: el correntino José Roldán y la pampeana María Higonet. El primero proviene del radicalismo e ingresó por la lista del ex gobernador Arturo Colombi, quien en 2009 perdió con su primo Ricardo.
Higonet arribó ese año de la mano del pampeano Carlos Verna, con quien integra el bloque del PJ La Pampa. Verna fue opositor en casi todas las votaciones de los últimos años y se negó a ser candidato a gobernador el año pasado, disgustado por el reparto de cargos en las listas. Lesionado y con licencia, su compañera de bloque votó sin objeciones contra el Gobierno.
Aunque votó en general y avaló el traspaso de subtes, el porteño Samuel Cabanchik, otro aliado K en las maratónicas sesiones de fin de año, rechazó expresamente el traspaso de subtes y propuso una discusión tripartita entre Nación, Ciudad y Provincia.
Pero hubo tiempo para sorpresas. La chubtense Graciela Di Perna, cercana a Mario Das Neves; y la salteña Sonia Escudero, aliada de Juan Carlos Romero, votaron todos los artículos del dictamen del oficialismo, como no se recuerda que hicieran hace tiempo.
Lo mismo hizo el salteño el salteño Juan Pérez Alsina, del Partido Renovador; y la correntina Josefina Meabe, del Partido Liberal, ambos con monobloque y rara vez cercanos a una postura oficial.
Por si fuera poco Di Perna, Escudero y Pérez Alsina, sufrieron el destrato del kirchnerismo, que por orden de la Casa Rosada le quitó autoridades de la Cámara y casi no les dio lugares en comisiones, ausentándolos de las más importantes (como Presupuesto y Asuntos Constitucionales) donde no pueden emitir dictámenes.
Por ejemplo, ninguno pudo participar del plenario que discutió el traspaso de subtes y recién un día antes leyeron el proyecto y decidieron su voto. Pero sólo Carlos Reutemann, Roberto Basualdo, y los puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso votaron en contra. Romero nunca votó.
Los números dan cuenta de cuanto podría haber asustado al kirchnerismo un efectivo lobby del Pro, que al menos pusiera foco en el artículo 2, el más sorpresivo del proyecto, sobre todo luego que la Ucr anunciara que no lo votaría.
Pero la presencia de dirigentes del Pro por los pasillos del Senado fue casi nula. Ni siquiera el jefe de Gobierno chistó cuando no se invitaron a representantes de su administración al plenario de comisiones que debatió el proyecto. “Nadie nos dijo nada y nosotros invitamos a los que queremos”, se defendió de esa pregunta Aníbal Fernández, aprovechando el vacío del macrismo en el Senado.
Eso indica el artículo 2 de la ley enviada hace dos semanas por la presidenta y aprobada este miércoles y que seguramente la semana próxima será ley. El primero ratifica el acuerdo firmado el 3 de enero entre la Nación y la Ciudad para transferir el servicio de subterráneo a esa jurisdicción y el tercero confirma los plazos.
El radicalismo aprobó en general el proyecto pero en particular sólo avaló sin objeciones el artículo 1. Para el resto propuso cambios rechazados por una mayoría oficialista que necesitó de todos los colores.
El kirchnerismo contó con 32 de sus 33 senadores, por ausencia del fueguino Mario Colazo. Y tuvo a cuatro de sus cinco aliados fijos. Asistieron la santafesina Roxana Latorre, el neuquino Horacio Lores y los fueguinos Horacio López y María Rosa Díaz. Pero nunca apareció Carlos Menem.
Del mapa inicial, Miguel Pichetto, jefe del bloque K, contaba con 36 votos para aprobar el artículo 2, o sea, la mitad del recinto. Si el resto abandonaba sus bancas en ese momento, la sesión se levantaba.
Pero esa hipótesis parecía impensada para el Pro, que ni siquiera exageró esfuerzos en torcer voluntades de aquellos senadores que se oponen siempre al Gobierno. Y el resultado quedó a la vista.
El kirchnerismo confirmó a dos aliados nuevos que sumó en las votaciones de diciembre: el correntino José Roldán y la pampeana María Higonet. El primero proviene del radicalismo e ingresó por la lista del ex gobernador Arturo Colombi, quien en 2009 perdió con su primo Ricardo.
Higonet arribó ese año de la mano del pampeano Carlos Verna, con quien integra el bloque del PJ La Pampa. Verna fue opositor en casi todas las votaciones de los últimos años y se negó a ser candidato a gobernador el año pasado, disgustado por el reparto de cargos en las listas. Lesionado y con licencia, su compañera de bloque votó sin objeciones contra el Gobierno.
Aunque votó en general y avaló el traspaso de subtes, el porteño Samuel Cabanchik, otro aliado K en las maratónicas sesiones de fin de año, rechazó expresamente el traspaso de subtes y propuso una discusión tripartita entre Nación, Ciudad y Provincia.
Pero hubo tiempo para sorpresas. La chubtense Graciela Di Perna, cercana a Mario Das Neves; y la salteña Sonia Escudero, aliada de Juan Carlos Romero, votaron todos los artículos del dictamen del oficialismo, como no se recuerda que hicieran hace tiempo.
Lo mismo hizo el salteño el salteño Juan Pérez Alsina, del Partido Renovador; y la correntina Josefina Meabe, del Partido Liberal, ambos con monobloque y rara vez cercanos a una postura oficial.
Por si fuera poco Di Perna, Escudero y Pérez Alsina, sufrieron el destrato del kirchnerismo, que por orden de la Casa Rosada le quitó autoridades de la Cámara y casi no les dio lugares en comisiones, ausentándolos de las más importantes (como Presupuesto y Asuntos Constitucionales) donde no pueden emitir dictámenes.
Por ejemplo, ninguno pudo participar del plenario que discutió el traspaso de subtes y recién un día antes leyeron el proyecto y decidieron su voto. Pero sólo Carlos Reutemann, Roberto Basualdo, y los puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso votaron en contra. Romero nunca votó.
Los números dan cuenta de cuanto podría haber asustado al kirchnerismo un efectivo lobby del Pro, que al menos pusiera foco en el artículo 2, el más sorpresivo del proyecto, sobre todo luego que la Ucr anunciara que no lo votaría.
Pero la presencia de dirigentes del Pro por los pasillos del Senado fue casi nula. Ni siquiera el jefe de Gobierno chistó cuando no se invitaron a representantes de su administración al plenario de comisiones que debatió el proyecto. “Nadie nos dijo nada y nosotros invitamos a los que queremos”, se defendió de esa pregunta Aníbal Fernández, aprovechando el vacío del macrismo en el Senado.
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La Cámara alta aprobó este miércoles y giró a Diputados el proyecto que avala el traspaso del subte, el Premetro, el tranvía de Puerto Madero y 33 líneas de colectivos que sólo recorren territorio porteño al ámbito de la Ciudad: la iniciativa, a la hora de ser votada en general, contó con 54 adhesiones positivas, ocho en contra y una abstención, que fue la del socialista Rubén Giustiniani. La senadora peronista disidente Graciela Di Perna dejó en claro que apoyaba el proyecto del kirchnerismo ya que es “responsabilidad” de la Ciudad hacerse cargo del transporte. Por su parte, el legislador de la Unión Cívica Radical (UCR) Ernesto Sanz (Mendoza) manifestó que “debatir subtes como algo independiente del sistema financiero es erróneo”, y pidió discutir “todos los convenios”, como por ejemplo, el del juego. El senador del Frente Cívico Luis Juez expresó su voto en contra -se diferenció del socialista Rubén Giustiniani, que se abstuvo, por lo que el interbloque FAP votó distinto en este tema- debido a que “no se puede obligar” desde el Congreso a que la Ciudad se haga cargo del traspaso. El senador del FpV y titular de la Comisión de Infraestructura, Vivienda y Transporte de la Cámara alta, Rolando Bermejo (Mendoza), al defender el proyecto aseguró que “no le está dando una carga” a la Ciudad con el traspaso en cuestión. El texto impone que dentro del plazo previsto en el acta firmada en enero, que es de 90 días, se efectivizará la culminación del proceso de transferencia. LOS SENADORES ACTUARON CON TODA SERIEDAD, ACA HAY UNA ACTA FIRMADA, EL GOBIERNO NO PUEDE BORRAR CON EL CODO, LO QUE ESCRIBIO CON LAS MANOS. EL SENADO CUMPLE DE HACER LEY DICHA ACTA. SI NO ARREGLA MACRI SE TIENE QUE IR, TIENE MUCHAS CAUSAS JUDICIALES, QUE LE DIJERON NO. DEBE DARLE CURSO. TIENE QUE CUMPLIR CON LAS LEYES DICTADAS POR EL CONGRESO. LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA LE DIJO BIEN CLARO QUE ES UN PROBLEMA POLITICO Y NO DE LA JUSTICIA. ESTAS MUERTO MACRI, TE LA PUSIERON HASTA LOS HUEVOS. CIPAYO ASQUEROSO.
BASTA !!! LOS PORTEÑOS VOTAMOS DISTINTOS ....Y ESO SRES k ESO SE LLAMA DEMOCRACIA !!!!!!!!!!!