El FMI cerró sus oficinas en el país
Casi sin lazos con el Gobierno, el Fondo Monetario Internacional desmontó su oficina en la Argentina. Sólo quedara una economista en representación del organismo. Las relaciones se manejarán desde Perú.
En un hecho que posiblemente el kirchnerismo festeje, aún sin haber participado en la decisión, los delegados del polémico organismo multilateral dejarán la Argentina, según confiaron calificadas fuentes ligadas a la entidad que lidera Christine Lagarde, de acuerdo al diario La Nación.

En el país, sólo quedará un economista full time y larelación formal se manejaría desde Perú. Se trata de la segunda vez que ocurre, tras el episodio registrado en 1994 en el gobierno de Carlos Menem, por seis meses, hasta que el país volvió a pedir ayuda.

Las fuentes eludieron formular cualquier interpretación que indique que el cierre de la oficina se relacione con los problemas de comunicación que mantienen con el gobierno kirchnerista.

Sin embargo, afirmaron que la estrategia del Fondo Monetario, a partir del recrudecimiento de la crisis internacional, se basa en reorientar sus recursos humanos y materiales a los países donde el organismo tiene programas de asistencia financiera o de asistencia técnica.

En el Palacio de Hacienda, un importante funcionario admitió a LA NACION desconocer la decisión.

El foco más importante está colocado sobre Europa y es allí donde se ubicarán algunas de las oficinas que se cierran en América latina.

La representante en el país, la economista mexicana María González Miranda, volverá a la sede central en Washington para reportar al auditor regional Nicolás Eyzaguirre. La joven funcionaria había logrado restablecer una relación cordial con el sector público y privado, pese a la frialdad política con la que se tratan ambas partes desde 2002.

En el caso de la Argentina, el último programa se rompió en noviembre de 2001, cuando el FMI decidió cortar la asistencia del "blindaje" ante la certeza de que el estallido del país era inminente. En 2005, el presidente Néstor Kirchner, cumpliendo con un deseo del entonces jefe del Fondo, Rodrigo Rato, canceló la totalidad de la deuda del Gobierno con el organismo, exhibiéndolo como un gesto de independencia política.

Un año después, se realizó la última revisión de la economía argentina en el marco del denominado artículo IV que realizan anualmente todos los países socios del FMI. A partir de que decidió retocar los índices de precios al consumidor (IPC) en 2007, entre otras cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), ese intercambio informativo dejó de llevarse a cabo. Enseguida, el Fondo comenzó a reflejar esa desconfianza en su panorama económico, al admitir divergencias entre las estadísticas oficiales y las publicadas por el sector privado y una decena de provincias.

Este gesto provocó que un juez local le exigiera aclaraciones al FMI en Washington; el organismo alegó inmunidad para no responder, pero quedó molesto por esta presión.

El último capítulo de la relación comenzó a escribirse en 2010, cuando otros países que forman parte del directorio del organismo pidieron sancionar al Gobierno por no publicar estadísticas ni transparentes ni adecuadas a los estándares internacionales. Esta amenaza llevó a que lapresidenta Cristina Kirchner impulsara la firma de un convenio de cooperación técnica entre el FMI y el Indec para mejorar la calidad de las estadísticas argentinas.

A partir de allí, se sucedieron una serie de misiones en Buenos Aires y en Washington y un plazo de 180 días que venció en enero, cuando el board del Fondo cuestionó los escasos avances registrados y formuló una serie de recomendaciones, pero aclaró que aún no sancionaría al Gobierno. Además, el Gobierno accedió a que este año se haga la revisión del sistema financiero local (FSAP, según su sigla en inglés), que también realiza el FMI entre sus miembros y que se suspendió junto con el artículo IV.

La Argentina, el único país del G-20 que no cumple con estos compromisos, tiene un fuerte discurso crítico sobre las recomendaciones de ajuste fiscal y sobre el poco poder de los países emergentes en la conducción del FMI.

Sin embargo, no dejó de participar en sus debates. El último fue un director del Banco Central, Sergio Chodos, en un seminario realizado días atrás en Punta del Este.
 
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  • 1
    FEDE
    10/03/12
    19:09
    GRACIAS NESTOR KIRCHNER POR SACARNOS ESTA BASURA DE ENCIMA.
    Responder
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