El juez federal Norberto Oyarbide se declaró hoy incompetente en la causa contra el vicepresidente Amado Boudou, por los supuestos delitos de lavado de dinero y negociaciones incompatibles con la función pública en la venta de la imprenta Ciccone Calcográfica.
Con esa resolución, Oyarbide permitió que la causa recayera en el juzgado de su par Daniel Rafecas, con intervención del fiscal Carlos Rívolo.
Oyarbide había recibido la primera denuncia contra el vicepresidente, cuando el ex carapintada Jorge Pacífico probó ante la justicia haber escuchado en un bar como se gestaba una operación para quedarse con la empresa Ciccone.
El fiscal Jorge Di Lello había sido quien le había pedido a Oyarbide que certificara qué denuncia había ingresado primero en la Justicia y cuál de los dos estaba en mayor estado de avance para resolver si pedía el expediente o no.
Ocurre que Oyarbide recibió en diciembre pasado la primera denuncia, que archivó y reabrió hace dos semanas, pero la que tramita Rívolo, delegada por el juez Rafecas, está más avanzada ya que tomó declaraciones testimoniales y le pidió informes al Estado.
Se trataba de los dos criterios a tener en cuenta para unificar una causa cuando hay más de una denuncia sobre el mismo hecho, que no puede ser investigado por dos jueces.
En la causa se investiga si Boudou, desde su cargo, influyó para que se levante la quiebra de la ex Cicconne Calcográfica y le sea entregada a una sociedad supuestamente presidida por Alejandro Vandenbroele, supuesto nexo entre el vicepresidente y José María Núñez Carmona, amigo del ex ministro de Economía.
El fiscal solicitó la semana pasada informes a la AFIP, la Secretaría de Comercio y Unidad Fiscal de Investigaciones Tributarias y de Contrabando (UFITCO) sobre la quiebra de la ex Ciccone.