05 de mayo, 2024
Los bancos ya sienten el impacto de la crisis del dólar
La crisis cambiaria que originó las restricciones por parte del Gobierno para la compra de dólares ya está haciendo efecto en el sistema bancario. Algunas entidades están pensando en aumentar las tasas para retener los plazos fijos, lo que obligaría también a subir el interés para otorgar préstamos. El enfriamiento de la economía y el factor psicológico.
La crisis cambiaria que originó las restricciones por parte del Gobierno para la compra de dólares ya está haciendo efecto en el sistema bancario. Sucede que ante los movimientos por parte de compradores y ante la amenaza del retiro de plazos fijos algunas entidades financieras ya están pensando en aumentar las tasas para evitar una salida de capitales.
Según pudo saber LPO un importante banco nacional ya prevé que subirá la tasa para plazos fijos al 21 por ciento. Evitar el debilitamiento del sistema bancario es la prioridad, y la explicación de las autoridades de ese banco es sencilla: en vez de frenar la avidez por los dólares las restricciones las aumentan y a la vez hacen crecer la incertidumbre en la población.
“Muchos clientes prefieren no renovar los plazos fijos y directamente sacan la plata del banco y se resguardan en el dólar. Compran en cuevas y ponen esos dólares o en el colchón o en cajas de seguridad”, explicaron las fuentes bancarias.
Por eso los bancos prefieren aumentar la tasa de esos plazos fijos para no perderlos pero a la vez eso implica que deban aumentar la tasa para el otorgamiento de préstamos para no caer en lo que se denomina “descalce”. En la rueda de la economía, sin préstamos para la producción, la actividad empieza a caer.
En agosto, la agencia Moody`s ya había advertido sobre la fragilidad y la debilidad de los bancos argentinos pero el informe fue desechado por el vicepresidente del Banco Central, Miguel Pesce, que remarcó que las calificadoras están "desprestigiadas".
Según Moody`s , el consumo y la inflación sostenidos por políticas fiscales y monetarias expansionistas, están alcanzando niveles difíciles de sostener.
"En el contexto de elevados precios de materias primas, fuertes niveles de exportaciones y bajos índices de desempleo, las políticas fiscales y monetarias expansionistas están impulsando el crecimiento económico, el consumo local y los niveles inflacionarios a niveles difíciles de sostener", había recalcado la agencia.
Cuestión psicológica
De todos modos, más allá de las restricciones del Gobierno a la compra o los indicadores reales de una crisis, según señalan los operadores bancarios, el factor psicológico juega y mucho en la población.
Por caso, el freno a la compra hará que más compradores pugnen por el deseado billete verde y así el precio suba.
“La gente a veces tiene temor, sobre todo por los antecedentes que tiene la economía argentina. Ante rumores o especulaciones de crisis, prefiere refugiarse en el dólar. La hiperinflación del 89 o el corralito de 2001 son difíciles de borrar”, señalaron las fuentes.
Por su parte, las acciones de los bancos también se vieron afectadas por el grado de incertidumbre que generaron estas medidas. Los valores bancarios vivieron una jornada de derrumbe, con pérdidas destacadas para el Banco Macro (-10 por ciento), el Grupo Financiero Galicia (-9,8), el Banco Francés (-5,3) y Tenaris (-4,6). En el mercado de bonos, el DISCOUNT en pesos cayó 7 por ciento y en dólares con ley de Nueva York saltó 4,7 por ciento, el PAR en pesos cedió 5,4 por ciento y el Cupón PBI en pesos se desplomó 7 por ciento.
Según pudo saber LPO un importante banco nacional ya prevé que subirá la tasa para plazos fijos al 21 por ciento. Evitar el debilitamiento del sistema bancario es la prioridad, y la explicación de las autoridades de ese banco es sencilla: en vez de frenar la avidez por los dólares las restricciones las aumentan y a la vez hacen crecer la incertidumbre en la población.
“Muchos clientes prefieren no renovar los plazos fijos y directamente sacan la plata del banco y se resguardan en el dólar. Compran en cuevas y ponen esos dólares o en el colchón o en cajas de seguridad”, explicaron las fuentes bancarias.
Por eso los bancos prefieren aumentar la tasa de esos plazos fijos para no perderlos pero a la vez eso implica que deban aumentar la tasa para el otorgamiento de préstamos para no caer en lo que se denomina “descalce”. En la rueda de la economía, sin préstamos para la producción, la actividad empieza a caer.
En agosto, la agencia Moody`s ya había advertido sobre la fragilidad y la debilidad de los bancos argentinos pero el informe fue desechado por el vicepresidente del Banco Central, Miguel Pesce, que remarcó que las calificadoras están "desprestigiadas".
Según Moody`s , el consumo y la inflación sostenidos por políticas fiscales y monetarias expansionistas, están alcanzando niveles difíciles de sostener.
"En el contexto de elevados precios de materias primas, fuertes niveles de exportaciones y bajos índices de desempleo, las políticas fiscales y monetarias expansionistas están impulsando el crecimiento económico, el consumo local y los niveles inflacionarios a niveles difíciles de sostener", había recalcado la agencia.
Cuestión psicológica
De todos modos, más allá de las restricciones del Gobierno a la compra o los indicadores reales de una crisis, según señalan los operadores bancarios, el factor psicológico juega y mucho en la población.
Por caso, el freno a la compra hará que más compradores pugnen por el deseado billete verde y así el precio suba.
“La gente a veces tiene temor, sobre todo por los antecedentes que tiene la economía argentina. Ante rumores o especulaciones de crisis, prefiere refugiarse en el dólar. La hiperinflación del 89 o el corralito de 2001 son difíciles de borrar”, señalaron las fuentes.
Por su parte, las acciones de los bancos también se vieron afectadas por el grado de incertidumbre que generaron estas medidas. Los valores bancarios vivieron una jornada de derrumbe, con pérdidas destacadas para el Banco Macro (-10 por ciento), el Grupo Financiero Galicia (-9,8), el Banco Francés (-5,3) y Tenaris (-4,6). En el mercado de bonos, el DISCOUNT en pesos cayó 7 por ciento y en dólares con ley de Nueva York saltó 4,7 por ciento, el PAR en pesos cedió 5,4 por ciento y el Cupón PBI en pesos se desplomó 7 por ciento.
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saquen la plata ya
ya
ya
Ahora, se lo van a tener que explicar al guitarrero que dice ser Ministro y a la jefa, tema dificil si los hay... Quizas lo quiera resolver con algun DNU y eliminar el dolar, o hacer un discurso esta tarde y decir que son victimas de Obama, que ya sabemos, esta muy preocupado por Kirchnerlandia.
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Estan buenas las comparaciones de esta nota de los precios de la carne y pan con el dolar, nos olvidamos
facilmente de lo que estuvo pasando..
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Por qué los argentinos compran dólares
31-10-11 00:00 Por Juan Cerruti, editor de Economía
Por Juan Cerruti Editor Economía jcerruti@cronista.com
La pregunta del millón, o de los miles de millones en este caso, es ¿por qué compra dólares la gente? La respuesta es más sencilla de lo que se cree. Tan obvia que hasta podría desilusionar a más de un lector. Pero asumiendo el riesgo, aquí va la respuesta: porque está barato. Lo cual lleva a la conclusión de que la conducta de la población –pese a las declaraciones públicas de algún funcionario– no tiene ningún atisbo de irracional ni ilógica, sino todo lo contrario.
El dólar, como cualquier otro bien en la economía, se rige por la ley de oferta y demanda. Pero el Gobierno ha decidido que el valor de la moneda estadounidense debe ser el más sujeto a los “controles de precios” al estilo de Guillermo Moreno. Ergo, si un bien está barato y no refleja su verdadero precio, la demanda supera a la oferta. Y es lo que hoy se refleja en la city porteña.
Por tomar un ejemplo, entre octubre de 2005 y este octubre que termina (es decir, en los últimos seis años), el dólar aumentó casi 44% (43,9%, pasó de $ 2,96 a $ 4,26). Mientras si se toma una canasta de alimentos básicos (pan, harina, asado, pollo, huevos y papa) se verá que los aumentos fueron de entre 290% y 400% en seis años. Una diferencia significativa, que no hace más que reflejar el atraso del tipo de cambio en relación al resto de los bienes de la economía.
Para explicarlo de otro modo: en octubre de 2005 con un dólar se compraba 1,2 kilos de pan. Hoy con un dólar no es posible adquirir ni medio kilo (0,4 kilos, más precisamente). Asimismo, mientras hace seis años un billete estadounidense permitía comprar casi medio kilo de asado (0,4 kg) y más de una docena de huevos (1,2 docena), actualmente no es posible adquirir más de 100 gramos de asado y menos de media docena de huevos. Aclaración: excepto que usted esté dispuesto a ir al Mercado Central cada vez que le faltan huevos.
El concepto de barato o caro refiere a una relación con respecto a algún otro bien o valor en el tiempo. Por eso, no debería extrañar que hoy la gente considere que el dólar es una buena opción para atesorar sus ahorros. Ya sea porque observa que está barato en relación a otros bienes o porque creen que está barato en relación al valor que debería tener realmente. O ambos.
Subestimar la capacidad de entendimiento del inversor minorista o del ahorrista no sofisticado puede servir para sortear el corto plazo, pero es una estrategia de largo plazo no recomendable ¿Cuál es el problema al que se enfrenta el Gobierno? Que el dólar barato de hoy es sinónimo de tipo de cambio apreciado en términos reales, es decir, por efecto de la inflación. Inflación que el Gobierno no reconoce, pero cuyas consecuencias están a la vista. Ojalá algún día se decida a atacar la causa y no la consecuencia.