El intendente de Tigre, Sergio Massa, consiguió su reelección con un apoyo demoledor: lo votó cerca del 73% de los votos y sacó una diferencia de casi 67 puntos porcentuales con su seguir más próximo. Pero además de ese acompañamiento en su municipio, el ex jefe de Gabinete se hace fuerte con la victoria de sus candidatos en otros distritos de la primera sección y crece como eventual sucesor de Scioli en la Provincia.

Uno de sus postulantes, Luís Andreotti, desbancó en San Fernando al intendente Osvaldo Amieiro, que gobernaba desde 1995. Y en San Martín, Gabriel Katopodis hizo lo mismo con Daniel Ivoskus -hijo del actual mandatario, que también está al frente desde 1999-. Dos victorias que no son menores, si se tiene en cuenta que, en todo el país, los oficialismos no tuvieron dificultades para conseguir nuevos mandatos.

Los dos candidatos kirchneristas hicieron campaña con él. De hecho, Katopodis cerró con una caminata en compañía de Massa. Y Amieiro se pegó a su imagen compartiendo afiches. Además, sus propuestas en torno a la seguridad -uno de los principales flagelos del conurbano- son similares a las que ya se aplicaron exitosamente en Tigre.

Lo mismo sucede con Jorge Macri, quien ya avisó que lo apoyaría en su posible candidatura a la gobernación bonaerense para 2015. Cuando al primo del jefe de Gobierno porteño le preguntan qué hará para mejorar la seguridad en Vicente López, responde sin dudar: "Lo mismo que hizo Massa".

Pero cuidadoso, Massa no quiso apropiarse de esos triunfos. "El triunfo es de Luís en San Fernando y de Katopodis en San Martín. Yo simplemente colaboré y colaboraré en lo que ellos necesiten", manifestó.

El intendente reelecto sabe que un sector de la Casa Rosada trabaja en su contra, sobre todo desde el entorno del vicepresidente electo Amado Boudou, con quien mantiene una puja desde su partida de la ANSES. Los planes para el ministro de Economía son claros: intentar convertirse en el próximo postulante presidencial del kirchnerismo o lanzarse por la gobernación bonaerense, donde Massa es un nuevo puesto del PJ.

Eso explica el cuidado con el que Massa planteó su jugada. De hecho, la Rosada no le habilitó una colectora -como sí hizo con Martín Sabbatella- ni le permitió jugar en las internas contra Scioli -tal como impulsaron a Mario Ishii-. En ese momento, encerrado, el ex jefe de Gabinete se bajó de la pelea provincial.

Sin embargo, con el paso del tiempo se empezó a ver que la estrategia de Massa engrosaba su poder en la primera sección. Su único traspié fue con Luís Vivona, quien no consiguió desbancar a Jesús Cariglino.