En los últimos meses en el sector agropecuario se generó una sensación de que los precios de las principales categorías de hacienda se habían estabilizado luego de un 2010 con incontenibles e históricos aumentos.

Pero esa idea bastante generalizada resultó ser sólo una ilusión. Concluido el mes de marzo, los valores volvieron a recalentarse registrando una suba promedio del 15 por ciento con respecto a febrero pasado.

Así, mientras en febrero en el Mercado de Liniers el valor del ternero se ubicaba entre 9 y 10 pesos por kilo, en marzo alcanzó picos de 11,50 pesos. Mientras que los novillitos que se comercializaban entre 8,50 y 9,50, ahora se negocian entre 10 y 11 pesos.

Pero la inesperada suba también se dio en otras categorías como vaquillonas, vacas conservas y vacas buenas, que ahora volvieron a alcanzar nuevos precios récord para alegría de los productores que aún poseen dichos ejemplares.

¿Hasta cuándo va a seguir esta situación de valores altos?, fue la pregunta que La Política Online le realizó a integrantes del sector. “Esto va a durar por cuatro o cinco años más”, respondió el vicepresidente de la Sociedad Rural, Alejandro Delfino.

“Este año va a haber mucha demanda de hembras y terneras y va a estar muy cara la carne”, pronosticó Delfino, y agregó que “los consumidores están haciendo un esfuerzo enorme por culpa de una pésima política”.

Lo que resulta un tanto insólito es que, en este marco, el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno pretende cerrar acuerdos de precios con los principales frigoríficos para abastecer a los supermercados (una política que ya demostró ser un fracaso).

Así las cosas, el funcionario exigió en los últimos días a los frigoríficos el cumplimiento efectivo del plan “Milanesas para Todos” a 21 pesos por kilo. Además, se encuentra diseñando lanzar otro plan denominado “Hamburguesas para Todos” a unos 20 pesos.

Según pudo averiguar LPO con fuentes confiables, Moreno también pretende mantener congelados los precios de los 12 cortes populares que vienen registrando subas, algo que en este contexto inflacionario será muy difícil de cumplir.

Por su lado, especialistas del sector remarcaron que si los acuerdos de precios no funcionaron años anteriores mientras los valores del ganado se encontraban congelados, menos podrá ocurrir con los actuales niveles de precios.

En este sentido, los directivos de los frigoríficos con los que dialogó este medio señalaron que mientras los precios de la hacienda continúen subiendo no podrán garantizar el mantenimiento de los valores de la carne.

Este punto, según las fuentes consultadas, ya fue advertido a Moreno en las reuniones de los viernes con integrantes de la cadena, pero el funcionario obvió el aviso y confía en que se acomoden los precios en abril y mayo con el ingreso de la zafra de terneros.

El vaciamiento de los feed lots

LPO viene advirtiendo desde hace unos cuantos meses el crítico estado de situación por el cual se atraviesan los feed lots debido a la falta de hacienda presente en el país luego de cuatro años consecutivos de liquidación de rodeos vacunos.

Como sea, ayer salió un informe de la Cámara Argentina de Feed Lots en que el se demuestra que en los últimos siete meses la salida de hacienda superó a los ingresos (tendencia que no podrá seguir durante mucho tiempo más).

Según dicho informe de la entidad que agrupa a las empresas del sector, al 1 de marzo pasado el porcentaje de ocupación de los corrales de engorde era de 39,8 por ciento versus 44,3 por ciento en la misma fecha de 2010.

“Persiste la tendencia al vaciado, a un menor ritmo que en enero, pero vaciado al fin. Ya estamos frente al séptimo mes consecutivo donde las salidas fueron mayores que los ingresos”, alerta el documento antes mencionado.

La cuestión es que el panorama parece no ser muy alentador para este sector. A la falta de hacienda y a los altos precios de la invernada, se le sumó la desaparición de la ONCCA que adeuda alrededor de 500 millones de pesos a los feed lots.

En relación a este tema, desde el sector volvieron a reclamar que se cumplan los pagos de compensaciones para evitar que comiencen a cerrar los corrales. “Esta deuda significa un capital operativo muy importante para nosotros”, explicaron.