Desde que se desató la crisis ganadera a fines de 2009 y principios de 2010 mucho se ha hablado acerca de la posibilidad de que la Argentina pase a importar hacienda en un marco de escasez y precios altos de la materia prima para los frigoríficos.

Los especialistas de mayor renombre del sector rural comenzaron a advertir públicamente este tema, al tiempo que funcionarios del Gobierno nacional se dedicaron a negar rotundamente que esto pueda ocurrir.

Lo cierto es que el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne de la provincia de Buenos Aires (SICGBA) propondrá al Congreso un anteproyecto para la importación de casi 5 millones de cabezas de 250 kilos para faenarlos en nuestro país.

“De este modo actuamos en forma directa sobre los puestos de trabajo, beneficiando al consumidor y ayudamos a la recuperación del stock ganadero nacional”, explicaron las máximas autoridades de dicho Sindicato a La Política Online.

“Los trabajadores pierden sus puestos de trabajo y son perjudicados en su salario; no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas. Pero el sector comercializador amparado por políticas oficiales, ganan mucho más, vendiendo mucho menos”, apuntaron.

Según indicaron las fuentes consultadas, la entrega oficial del anteproyecto se realizará el próximo viernes a las 15:30 horas en el marco de una movilización al Congreso de la Nación organizada “para garantizar los 35 mil puestos de trabajo del sector frigorífico”.

Pero estas medidas no son las únicas que propuso SICGBA. Además, los sindicalistas enfrentados al Gobierno solicitaron a la Mesa de Enlace que convoque a un cese de comercialización de ganado en pie en todo el país con destino a faena para mañana.

También propusieron la realización de un “paro sorpresivo” con movilización que incluiría presencia al costado de las rutas. Y por último existen intenciones de realizar otra movilización en una fecha a definir a la Cámara de Exportadores ABC.

“Tenemos en el sector dos graves problemas: falta de hacienda en los campos, por la política intervencionista del Gobierno y cierres de plantas frigoríficas y/o despidos masivos de trabajadores calificados”, señalaron.

“Si continuamos en esta situación, van a quedar plantas de producción vaciados de su más preciado capital, el trabajador especializado”, alertaron desde el Sindicato que representa a trabajadores frigoríficos del Gran Buenos Aires y zona Sur de la provincia.

Frigoríficos cerrados

En los últimas horas se conoció que hubo nuevos despidos de trabajadores en Frigorífico Rioplatense, Runfo (donde se despidió a la planta completa), Kalina, HV, Quarter Land, Carnes Pampeanas y Sodecar.

En diálogo con LPO, el consultor ganadero Víctor Tonelli manifestó que “es lógico que los frigoríficos estén atravesando esta situación porque la faena cayó un 30 por ciento el año pasado” y aún no repunta en lo que va de 2011 por la escasez de ganado.

“En general las empresas que tienen más de una planta han cerrado alguna, y aquellas que tienen solamente una, han reducido personal”, agregó Tonelli.

El especialista explicó que la mayor parte de las compañías del sector no experimentan inconvenientes de índole financiero ni de incumplimiento en los pagos, sino que el problema es que “no tienen materia prima para mantener el nivel de trabajo”.

Por su parte, otras fuentes del sector consideraron un tanto exagerada la propuesta del Sindicato de importar casi 5 millones de cabezas. “Es cierto que hace falta hacienda, pero ese número es altísimo si se tiene en cuenta, por ejemplo, que Uruguay tiene 11 millones de animales”, dijeron.

Caída del stock

Como sea, actualmente en la Argentina hay 48,5 millones de cabezas de ganado contra 58 millones que había en el año 2007, según cifras arrojadas por los estudios de la primera vacunación contra la fiebre aftosa del Senasa.

Los últimos datos correspondientes al mes de febrero arrojaron una participación de hembras en la faena en torno al 40 por ciento, un nivel que muestra una cierta recuperación de los stocks, que venían en caída libre hasta mediados del año pasado.

Estos datos reafirman, que tal como lo viene adelantando LPO, durante los últimos meses comenzó a consolidarse un proceso de reconstrucción de rodeos, aunque dicho proceso demorará entre cuatro y cinco años para volver a los niveles de 2009.