Mucho se ha hablado, escrito y especulado en las últimas horas a partir de que se oficializó la decisión de las autoridades del Gobierno Central de China de volver a comprar aceite de soja de la Argentina luego de más de seis meses en los que hubo varias idas y vueltas.

Pero, ¿qué fue lo que efectivamente ocurrió? ¿La Argentina finalmente le ganó la pulseada a China? ¿Hubo negociaciones bilaterales? ¿Por qué cambiaron de parecer los chinos si el gobierno de los Kirchner no dio marcha atrás en las medidas anti-dumping aplicadas a los productos de dicha nación asiática?

Para develar estos interrogantes planteados, La Política Online se comunicó con funcionarios de la Cancillería, analistas internacionales y especialistas en mercados agrícolas, quienes explicaron las verdaderas razones por las cuales China decidió comenzar a destrabar el conflicto con nuestro país.

En primer lugar, las fuentes consultadas destacaron que, tal como se hizo al aplicar las restricciones en el mes de abril pasado, China decidió dar marcha atrás de manera unilateral e informal anunciándolo a través de un comunicado de prensa en la agencia de noticias oficial.

Este dato no es menor dado que, según pudo averiguar LPO, no hubo negociaciones entre funcionarios de ambos países para destrabar el conflicto, ya que no tratan el tema desde julio pasado en una misión comercial en China que encabezó la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

“Lo que hubo al inicio fue una clara amenaza y/o represalia por parte de China a la Argentina para advertir que no iba a tolerar medidas que restringen la importación de productos. Pero ahora primó la relación de carácter estratégico con vínculos a largo plazo que viene hace varios años con la soja”, contó una fuente oficial argentina.

En segundo lugar, el principal aspecto que jugó a la hora de tomar la decisión es que en estos últimos meses China debió aumentar notablemente las compras a Estados Unidos y Brasil (segundo y tercer productor de aceite soja del mundo detrás de la Argentina), generando subas impresionantes en el mercado internacional.

Además, la semana pasada se conoció un informe clave del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos que determinó que en el país del norte podría haber una caída en la producción de granos el año que viene, lo que ajustaría aún más los stocks exportables y haría explotar los precios.

En tercer lugar, las fuentes también destacaron que el hecho de haber levantado la medida, no significa que la relación bilateral entre China y la Argentina están pasando por su mejor momento, sino que la decisión se tomó para no seguir inyectando factores alcistas a un mercado que ya está recalentado de por sí.

Por el lado de la Argentina, las industrias del sector oleaginoso, que se habían refugiado en la India como su principal comprador de aceite de soja, ahora podrán recibir mejores precios por el ingreso del gigante asiático y principal consumidor del mundo, por ende el Gobierno recibiría más dinero de retenciones.

Por último, los analistas en mercados agrícolas indicaron que a partir de esta medida cabe esperar que las cotizaciones de la soja en el mercado internacional se vayan acomodando en las próximas semanas a valores un poco más normales, y se frene al menos un poco la escalada alcista de los últimos meses.

Hoy martes en la Bolsa de Comercio de Rosario las fábricas pagaron $ 1.140 por la soja con descarga, aunque hubo rumores de mejores precios. En tanto, se escucharon ofertas para la soja de la próxima campaña entrega en mayo 2011 a u$s 285 (se negociaron 25.000 toneladas).

“La soja y sus derivados constituyen el principal producto de la economía argentina, fundamentalmente por la generación de divisas”, asegura un reciente informe de la entidad comercial rosarina.