Techint ya decidió rechazar la propuesta de Hugo y Pablo Moyano para terminar con los bloqueos del sindicato de Camioneros a las plantas de Siderar e intenta frenar al líder de la CGT apostando a incentivar o provocar una pelea entre el camionero y Néstor Kirchner.

El eje es presentar los bloqueos a las plantas de Siderar como un desafío al Gobierno y no a la empresa que representa a los grandes industriales de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) fuertemente vinculada al Grupo Clarín.

Además, es conocida la histórica relación d elos Rocca con el diario La Nación, a quien ayudaron económicamente en el pasado. La mención no es ociosa, Techint viene desplegando un inusual gasto publicitario en esos y otros grandes medios, como parte de una estrategia que apunta a conseguir instalar en la opinión pública sus estrategias discursivas: en este caso, la insubordinación de Moyano a los Kirchner.

La línea de razonamiento es simple. La medida perjudica a la metalúrgica que provee a la industria automotriz –pilar del modelo k- y a la larga va a traer graves consecuencias en el crecimiento de la economía.

El mensaje implícito ya salió publicado, por ejemplo, en el diario La Nación y Ambito Financiero.

El conflicto

Los camioneros pretenden que Siderar se haga cargo de los aportes patronales que deberían pagar las empresas de transportes con la que el grupo Techint terceriza el servicio. La empresa admitió que estas compañías que contratan evaden este pago, pero se niega a hacerse cargo de ello, como exige el gremio.

“Siderar no es parte de este conflicto, que debe resolverse entre el sindicato y las empresas transportistas. Siderar es ajena a este reclamo, y considera que el planteo del sindicato debe dirigirse a las empresas transportistas. Pero no hay reclamo alguno del Sindicato de Choferes de Camiones empresas transportistas, ni ante el Ministerio de Trabajo ni ante la Justicia”, insistió en un comunicado de prensa.

Una respuesta que Techint se lo transmitió el lunes a última hora y por la que Moyano ayer salió a decir públicamente que se siente “liberado” para retomar medidas de fuerza contra Siderar. Es decir, que el martes, cuando se termina la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo hace dos semanas, y el rechazo de Siderar sea oficial, volverán lo bloqueos.