Daniel Scioli propone un regreso a viejos paradigmas como la "tolerancia cero", mientras que Mauricio Macri y Aníbal Fernández se enredan en una telaraña de espías y escuchas telefónicas, complicando antes de salir a la calle a la Policía Metropolitana.

Así, mientras los políticos argentinos parecen encerrados en falsos debates, la inseguridad crece y hasta genera movilizaciones populares como las que conmovieron a Wilde.

En ese marco, es interesante ver que se hizo en el mundo frente a situaciones incluso más dramáticas que la Argentina. En Medellín, Colombia, símbolo mundial de los carteles de la droga y los crímenes despiadados, dos gestione ssucesivas a nivel municipal, lograron transformar la Ciudad y bajar de 5.000 asesinatos por año a poco más de 1.000, con una intervención urbanística, que tuvo como eje los denominados "Parques-Biblioteca", realizados con lso má slatos stándares arquitectónicos en las zonas más desprotegidas. "En el pero lugar, lo mejor", fue el slogan de una política que contribuyó a contener el delito, desde una optica acaso complementaria a la represión.

El secretario de Gobierno de Medellín, Juan Diago Velez, detalló en el Programa Puro Peridismo que se emite por radio El Mundo, las características del plan.


-Medellín que fue el símbolo de las ciudades peligrosas y traumatizadas por el crimen, hoy es un emblema del éxito en políticas inclusivas y generadoras de seguridad ¿En qué consistió el famoso plan de los Parques-Biblioteca?

-En la alcaldía anterior –son de 4 años de mandato- se impuso una fuerte presencia en todo lo que son los barrios populares de Medellín. Lo importante fue recuperar espacios públicos a partir de bibliotecas, de parques bibliotecas y de colegios de alta calidad para las zonas más pobres de la ciudad. La idea era no sólo brindar “en el peor lugar, lo mejor”, sino ofrecer “en el peor lugar, lo mejor, y hecho de la mejor manera”. Hicimos con un arquitecto muy importante un centro cultural, sobre lo que fue un relleno sanitario. Se concentraron muy buenas bibliotecas, ludotecas y parques recreativos para cambiar el ambiente y la geografía de esos lugares.

Los números de Medellín

A principios de los ´90, la ciudad colombiana registraba un total de 5700 muertos por año. En 2008, la cifra se redujo a 1400. Para este año, el secretario de Gobierno de Medellín estima que se incrementarán los valores por la guerra interna de los narcos. “Apelamos a la inversión social, a la territorialización y a la movilización ciudadana”, aseguró Juan Diego Vélez.

-El cambio urbanístico, ¿Tiene un efecto sobre los niveles de delincuencia en los jóvenes?

Tiene un efecto muy importante, y está relacionada con la "teoría de las ventanas rotas" de Giuliani. Hemos encontrado que la gente se apropia del barrio: muchachos se ofrecen como guías, muchos se interesan por la historia de su barrio, colaboran en las bibliotecas. Son espacios que se incorporan a la comunidad con algo que nosotros llamamos la “cultura metro” -el metro de Medellín está muy cuidado y limpio gracias a la gente-, y estamos tratando de expandir este concepto y meter otros componentes.

Por eso, primero debemos territorializar la seguridad: y para eso necesitamos que la gente lo incorpore y se movilice por su cuidado. En las ciudades se van creando muchas burbujas. Cuando me junto con la gente en los centros comerciales -los shoppings- y les pregunto por qué es seguro el sitio, ellos me responden que por las cámaras y los vigilantes. La pregunta es cómo somos capaces de ir abriéndonos, llevando esas burbujas a toda la ciudad. Hay que movilizarse, interiorizarse para saber si mi vecino está seguro o no.

- Esto seguramente se debe combinar con un trabajo policial, que ataque el delito...

-Hicimos una clasificación muy detallada, exponiendo las zonas sensibles, los puntos críticos y los lugares seguros de la ciudad. Esos espacios son intervenidos de manera diferencial. Tenemos una policía cívica para las zonas seguras con delitos menores; un programa de acompañamiento para los lugares sensibles, para evitar que los jóvenes se metan en las bandas que delinquen; y en los puntos críticos instalamos fuerza policial para controlar el narcotráfico, extorsiones y demás.

- De su relato se desprende que establecieron una política a largo plazo, sin frenar todo lo hecho y yendo para el otro lado, con cada cambio de gobierno...

- Exacto. Aprovechamos la inversión social que se hizo, y seguimos trabajando en ella. Tenemos el componente de la territorialidad y la articulación de todos los entes estatales vinculados a la criminalidad –y fiscalías articuladas con los jueces-, para ocuparse no sólo de la captura de los delincuentes, sino para saber qué se hace con esa persona capturada. En consecuencia, estamos desarrollando una política pública contra la criminalidad y una política de seguridad ciudadana. Tiene mucho que ver con el ornato –que sería el recuperar el espacio físico, que se pinten las casas, murales, que no estén deteriorados-. Todo esto se logra gracias a la articulación con la nación, ya que hay muchos asuntos que dependen de ellos –por ejemplo, la policía y la fiscalía-.