Antonio Cafiero siempre es centro de atracción y respeto en cualquier reunión peronista. La escena se repitió el fin de semana, en el festejo de cumpleaños del ex embajador Eduardo Amadeo, donde se agregó una curiosidad que el histórico militante de Perón contó ante todos.

Con la presencia de todo el arco del autodenominado peronismo renovador, comentó en la mesa principal su última idea. De buenos contactos con el kirchnerismo –su hijo es funcionario y fue, por caso, uno de los pocos peronistas no K que se hizo presente en el Congreso del PJ que consagró a Kirchner presidente del partido-, dijo que su plan es hacer un seminario con peronistas kirchneristas y antikirirchneristas.

El seminario sería con tres representantes de cada espectro en un amplio debate, para responder la pregunta que, a su vez, oficiaría de título del encuentro: “¿Qué nos divide?”.

El problema que tenía Cafiero es que, según explicitó, tras muchos llamados al gobierno, distintos ministerios y despachos legislativos, no encontró tres kirchneristas dispuestos a debatir”.

En el medio del debate por lo que contaba el patriarca del peronismo, y luego de mucho análisis, uno de los presentes saltó y, con cierto grado de humor y otro tanto de sentimiento real, dijo: “Está clarísimo qué nos divide: Kirchner”.

Mientras tanto, en otras mesas comentaban que lo de Francisco De Narváez en la provincia es arrollador. Esto no llamaría la atención, ya que muchos de los presentes militan y trabajan en las huestes del empresario. Lo que confirma la sensación, es que muchos felipistas –que no logran atarse a la figura de De Narváez y prefieren tenerlo más lejos que cerca-, reconocían lo mismo.

Otro comentario que surgió fue de boca de Felipe Solá. En una charla acotada a unos pocos, contó que le desagrada bastante el término “peronismo disidente”. Dice que el peronismo “no puede ser disidente”, y que en todo caso debería ser “peronismo federal”. Detalles retóricos en una jornada imperdible.