Coincidencia casi absoluta con la luz de alerta que encendió el informe de la polémica y profundo malestar con lo que llaman "maniobra" para evitar que su contenido saliera a la luz.

Así reaccionaron legisladores de la oposición consultados por lanacion.com al documento en el que ocho ex secretarios de Energía advierten que la situación energética del país es grave. Cuestionaron además en durísimos términos que la presentación del informe, que se iba a hacer en la Facultad de Ingeniería de la UBA, se suspendiera con el argumento de que el contenido del estudio era "opositor".

"Comparto que el panorama energético es alarmante. Los riesgos que se plantean son ciertos. Sobre todo, las referencias al proceso de devastación de los recursos y la falta de explotación", señaló el diputado Claudio Lozano (Proyecto Sur-Capital).

No obstante, planteó sus disidencias. "Lo que no comparto son algunos argumentos que se exponen para explicar la situación. Por ejemplo, no es cierto que no están dadas las condiciones para que el sector privado invierta. Al contrario, con la privatización primero y con la profundización del modelo que después hizo [Néstor] Kirchner ha habido una apropiación extraordinaria de ganancias por parte de las petroleras", precisó.

Para el diputado, el problema "más grave" es la falta de "vocación", un déficit que no sólo atribuyó al Gobierno, sino también a la oposición. "No existe decisión política de replantear el modelo petrolero, que instaló [Carlos] Menem y que luego afianzó Kirchner, de libre disponibilidad del crudo en manos privadas sin ningún tipo de control del Estado", aseguró. Fue aún más duro. Afirmó que algunos de los ex funcionarios que firman el informe "deberían hacer una autocrítica" por haber formado parte de las gestiones en las que, según él, "se profundizó una matriz energética perversa".

El documento que elaboraron Daniel Montamat, Alieto Guadagni, Enrique Devoto, Julio César Aráoz, Jorge Lapeña, Emilio Apud, Roberto Echarte y Raúl Olocco, plantea que la falta de inversión, el retraso en las obras, la escasa transparencia en Enarsa, y el bajo nivel de exploración son algunas de las claves de un panorama preocupante que podría derivar en que la Argentina pierda su capacidad de autoabastecimiento energético.

El diputado Miguel Angel Giubergia (UCR-Jujuy), que al igual que Lozano integra la Comisión de Energía y Combustibles de la Cámara baja, fue tajante: "Coincido total y absolutamente con lo que dice el informe. Vamos a dejar de tener autoabastecimiento por falta de inversión y porque nadie controló que las privadas hicieran las inversiones que debían. Además, la supervisión está en manos de Enarsa, que ya demostró que no sirve más que para cuidar los intereses del Gobierno. No olvidemos que fueron los que trajeron a [Guido Alejandro] Antonini Wilson", aseguró. La empresa estatal pagó el alquiler del avión en el que el venezolano llegó a Buenos Aires con US$ 800.000 en una valija en agosto de 2007.

En este contexto, el legislador dijo no tener "ninguna duda" de que, no bien bajen las temperaturas, volverá a asomar el fantasma de los cortes de energía. "Claro que va a haber cortes. No se hicieron las obras y las consecuencias se van a notar en cuanto empiece el frío. Aún en un contexto recesivo como el que nos rodea, vamos a tener problemas", añadió.

Desde la Coalición Cívica, el diputado Fernando Sánchez, también miembro de la citada comisión, compartió el sombrío diagnóstico. "Si hasta ahora no hubo cortes es porque el parate económico es total. La recesión no puede ser la variable de ajuste. Acá es urgente reconocer que la matriz energética está colapsada para empezar a pensar soluciones de fondo", señaló.

Para el diputado, las claves de la crisis del sector son, además de la falta de inversión y de una "discusión sería" en torno a las tarifas, lo que llamó "una política de favores a los amigos de Néstor Kirchner". "El Gobierno piensa que el sector puede ser un excelente negocio para sus amigos. Por eso se favoreció a determinados grupos en las licitaciones y se generó una situación por la que la intervención política quedó por encima del control, que debería ser independiente y transparente", denunció.

El senador Alfredo Martínez (UCR-Santa Cruz) concedió que la situación energética actual no es responsabilidad "exclusiva" del Gobierno, sino que el sector "arrastra años de negligencia". No obstante, sí responsabilizó a la Casa Rosada de tener una "política de parches" para el área.

Para el legislador, la desinversión, el retraso y el desorden en el ajuste tarifario y la falta de planificación ocupan el podio de principales fallas. "El de la energía es un sector en el que si no planeamos pensando, como mínimo, en un plazo de aquí a cinco años, estamos perdidos", graficó.