Los vecinos de Palermo y Recoleta se vuelven a enfrentar con el Gobierno porteño. Tras las peleas por los parquímetros y el contracarril de Pueyrredón, el nuevo round es por la aparición de las grúas.

Según publica el diario Clarín, la Ciudad confirmó que amplió en 85 manzanas de esos barrios la zona de operación de la empresa STO para acarrear a los autos mal estacionados. Ante esto, los vecinos ya están organizando protestas y reclamando informes. Además, el Gobierno autorizó la operación de las grúas en otra zona, llamada "Macrocentro Norte", delimitada por Viamonte, Jean Jeaures, San Luis, Gallo, Austria, Quiroga, Libertador y Pueyrredón, que abarca parte de Balvanera.

La llegada de las grúas deriva de la Resolución N° 691, que la Ciudad firmó con las dos empresas que se encargan de los acarreos: STO (de Dakota, que también ofrece telefonía privada) y SEC (de BRD, que además realiza verificaciones vehiculares). Según se lee en la norma, la idea del Ejecutivo fue "ampliar el número de grúas e incrementar el valor del servicio de remoción para disuadir a potenciales infractores y desalentar el ingreso vehicular". Por ese convenio, STO (que opera en el norte del área de concesión) sumó diez grúas a las siete que ya tenía.

Los vehículos comenzaron a operar en los últimos días, en el mismo lugar donde en noviembre instalaron los parquímetros que tuvieron que sacar después por la presión vecinal. Fuentes del Ministerio de Desarrollo Urbano aseguraron que en Barrio Norte "el inicio es paulatino, y sólo se levantarán autos que obstruyan rampas para discapacitados, ochavas y paradas de colectivos, en las manzanas entre Paraguay, Borges, Juncal y Pueyrredón". Según la Ciudad, en la zona del "Macrocentro Norte" las grúas también se sumarán en forma paulatina.

Como anticipó ayer Clarín, el director de Tránsito, Oscar Fariña, dijo que "la zona tiene un alto desorden de estacionamiento" y que "la tarea comenzó en las avenidas y se va extendiendo a las calles". A cambio de las grúas, en esas manzanas no harán fotomultas.

Pero los vecinos desmienten al Gobierno. Juan Chavarri, de la asociación "No al Parquímetro", contó: "Tengo un video de una grúa levantando un auto en Austria y Gutiérrez, fuera de donde dice el Gobierno. Además, en Beruti entre el 2600 y el 2900 una noche despintaron las señales de los parquímetros y a la mañana siguiente pasaron a levantar a todos los autos. Queremos reglas claras, que se sepa dónde se puede estacionar o no.". Cada acarreo cuesta $ 190 (el valor se aumentó precisamente con la Resolución N° 691, antes costaba $ 150).

Esta polémica se da mientras las empresas de acarreo siguen trabajando con contratos que vencieron en 2001 y se fueron prorrogando anualmente. Legalmente, mientras los contratos de concesión de cualquier servicio público no sean de más de cinco años, el Ejecutivo puede firmarlos sin pasar por la Legislatura. Claro que esto no ayuda a la prolijidad institucional.

Ya desde la administración de Aníbal Ibarra la Ciudad sigue en falta con este tema. Ni siquiera le hicieron caso a la Justicia: en diciembre de 2003, el juez contencioso administrativo Osvaldo Otheguy había ordenado relicitar el servicio en 90 días.

Javier Solari, director porteño de Concesiones, aseguró que el año pasado enviaron un proyecto de ley y un pliego. Pero fuentes del propio oficialismo en la Legislatura explicaron: "El proyecto tenía muchas dificultades técnicas. Estábamos mejorándolo, pero como el Ejecutivo firmó un nuevo contrato, el tema quedó en segundo plano". En la oposición reclaman transparencia. Sergio Abrevaya, de la Coalición Cívica, afirmó: "Al igual que con los peajes, lo único que les importa es recaudar".