26 de abril, 2024
Nuevo Ãndice de desaceleración: La recaudación sólo creció el 11%
Sin los aportes de las AFJP estatizadas, el alza hubiera sido de apenas 4%. La recaudación sumó $24.109 millones. El IVA interanual fue de 21,1%, similar a la inflación real, y los ingresos por retenciones cayeron 26,7%. Se complica la meta presupuestaria.
La crisis financiera internacional y la desaceleración del mercado interno volvieron a jaquear la recaudación en enero, que sufrió el mes pasado su menor crecimiento en más de tres años y medio y complica la meta presupuestaria.
El Gobierno dio a conocer ayer los números oficiales de la AFIP. Los ingresos tributarios sumaron $ 24.109 millones, lo que representa un alza de apenas 11% respecto al mismo periodo del año anterior. De hecho, habría que remontarse a mayo de 2005 para hallar un desempeño fiscal tan pobre.
Pero, según explica el diario El Cronista, el dato cobra mayor relevancia si se tiene en cuenta que a este 11% se arribó con un aporte de $ 1.400 millones provenientes de la estatización de las AFJP. Si se descontara este monto, la recaudación habría subido sólo 4% en 12 meses. Con una inflación verdadera –según las consultoras privadas– que hoy ubica en el orden del 17% interanual, la performance fiscal ya es claramente negativa en términos reales.
Lo peor en enero pasó por los impuestos vinculados al comercio exterior. La recaudación sufrió los coletazos de la crisis económica mundial que está generando una fuerte retracción en las exportaciones. Los ingresos por retenciones se desplomaron 26,7% interanual, dado que sumaron $ 3.257 millones. Algo similar ocurrió con el IVA que cobra la Aduana. Cedió 25,8% y se ubicó en los $ 2.083,9 millones. Otra factor que jugó en contra de los recursos tributarios al comercio exterior fue la disminución de las alicuotas a determinados productos agropecuarios.
“El volumen comercializado cayó 41% interanual en el caso de los cereales, granos y oleaginosas”, argumento el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, durante una conferencia de prensa que brindó ayer por la tarde en el microcine del Ministerio de Economía,según el matutino. Acompañado por el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, Echegaray admitió que “en el actual contexto internacional no es posible hablar de una recaudación récord”.
Tanto Echegaray como Pezoa se había reunido minutos antes en la Casa Rosada para anticiparle los datos de la recaudación a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
El principal impuesto que cobra la AFIP, el IVA DGI, sumó en enero $ 5.172 millones, lo que implica un alza del 21,1%. Su desempeño no fue malo, pero debe tenerse en cuenta que toma el impacto del mayor nivel de actividad que estacionalmente se produce en las fiestas y el rebrote de la inflación durante el primer mes del año.
Estancamiento interno
El estancamiento del nivel de actividad interna sí se reflejó con mayor nitidez en el caso de Ganancias. Subió tan sólo 0,2% en los últimos 12 meses. En enero llegó a $ 3.764 millones. Según Pezoa se debió a “la eliminación de la tablita de Machinea y al hecho de que algunas empresas, en particular petroleras, redujeron sus anticipos dado que prevén menores ganancias para este año”. En tanto, el impuesto al cheque contribuyó en enero con $ 1.649,7 millones, 7,3% más que hace un año atrás.
Lo mejor llegó por el lado de los ingresos de la seguridad social, que se dispararon 70% interanual en enero, hasta los $ 7.347,6 millones. Pero este monto incluye los $ 1.400 millones por los aportes que ahora recibe la ANSeS y antes iban a las AFJP. Sin estos ingresos el incremento habría sido del 39%.
El freno de la recaudación complica los planes del Gobierno de cara al año electoral que se acaba de iniciar. Para los Kirchner es vital mantener la caja abultada. Más aun, el desplome del superávit externo ya amenaza con arrastrar consigo el superávit fiscal, los dos pilares del modelo. Ello confirma la teoría de los denominados “superávit gemelos”, que muchos economistas rebautizaron como “superávit siameses”, dado que la suerte de uno está íntimamente atada la del otro.
Peligra la meta presupuestaria
La ley que se aprobó rápidamente en el Congreso, prevé para este año una recaudación de $ 329.537 millones. Para cumplir con ese número, los ingresos tendrían que crecer este año al doble de lo que crecieron en enero. De cara a las elecciones legislativas, el Gobierno tendrá que pensar una nueva estrategia para modificar estos números: incentivar el consumo, las exportaciones o bajar el gasto público.
El Gobierno dio a conocer ayer los números oficiales de la AFIP. Los ingresos tributarios sumaron $ 24.109 millones, lo que representa un alza de apenas 11% respecto al mismo periodo del año anterior. De hecho, habría que remontarse a mayo de 2005 para hallar un desempeño fiscal tan pobre.
Pero, según explica el diario El Cronista, el dato cobra mayor relevancia si se tiene en cuenta que a este 11% se arribó con un aporte de $ 1.400 millones provenientes de la estatización de las AFJP. Si se descontara este monto, la recaudación habría subido sólo 4% en 12 meses. Con una inflación verdadera –según las consultoras privadas– que hoy ubica en el orden del 17% interanual, la performance fiscal ya es claramente negativa en términos reales.
Lo peor en enero pasó por los impuestos vinculados al comercio exterior. La recaudación sufrió los coletazos de la crisis económica mundial que está generando una fuerte retracción en las exportaciones. Los ingresos por retenciones se desplomaron 26,7% interanual, dado que sumaron $ 3.257 millones. Algo similar ocurrió con el IVA que cobra la Aduana. Cedió 25,8% y se ubicó en los $ 2.083,9 millones. Otra factor que jugó en contra de los recursos tributarios al comercio exterior fue la disminución de las alicuotas a determinados productos agropecuarios.
“El volumen comercializado cayó 41% interanual en el caso de los cereales, granos y oleaginosas”, argumento el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, durante una conferencia de prensa que brindó ayer por la tarde en el microcine del Ministerio de Economía,según el matutino. Acompañado por el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, Echegaray admitió que “en el actual contexto internacional no es posible hablar de una recaudación récord”.
Tanto Echegaray como Pezoa se había reunido minutos antes en la Casa Rosada para anticiparle los datos de la recaudación a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
El principal impuesto que cobra la AFIP, el IVA DGI, sumó en enero $ 5.172 millones, lo que implica un alza del 21,1%. Su desempeño no fue malo, pero debe tenerse en cuenta que toma el impacto del mayor nivel de actividad que estacionalmente se produce en las fiestas y el rebrote de la inflación durante el primer mes del año.
Estancamiento interno
El estancamiento del nivel de actividad interna sí se reflejó con mayor nitidez en el caso de Ganancias. Subió tan sólo 0,2% en los últimos 12 meses. En enero llegó a $ 3.764 millones. Según Pezoa se debió a “la eliminación de la tablita de Machinea y al hecho de que algunas empresas, en particular petroleras, redujeron sus anticipos dado que prevén menores ganancias para este año”. En tanto, el impuesto al cheque contribuyó en enero con $ 1.649,7 millones, 7,3% más que hace un año atrás.
Lo mejor llegó por el lado de los ingresos de la seguridad social, que se dispararon 70% interanual en enero, hasta los $ 7.347,6 millones. Pero este monto incluye los $ 1.400 millones por los aportes que ahora recibe la ANSeS y antes iban a las AFJP. Sin estos ingresos el incremento habría sido del 39%.
El freno de la recaudación complica los planes del Gobierno de cara al año electoral que se acaba de iniciar. Para los Kirchner es vital mantener la caja abultada. Más aun, el desplome del superávit externo ya amenaza con arrastrar consigo el superávit fiscal, los dos pilares del modelo. Ello confirma la teoría de los denominados “superávit gemelos”, que muchos economistas rebautizaron como “superávit siameses”, dado que la suerte de uno está íntimamente atada la del otro.
Peligra la meta presupuestaria
La ley que se aprobó rápidamente en el Congreso, prevé para este año una recaudación de $ 329.537 millones. Para cumplir con ese número, los ingresos tendrían que crecer este año al doble de lo que crecieron en enero. De cara a las elecciones legislativas, el Gobierno tendrá que pensar una nueva estrategia para modificar estos números: incentivar el consumo, las exportaciones o bajar el gasto público.
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