El “jardincito de Cristina”, como llaman en la Casa Rosada a la renovada y embellecida Plaza Colón, es un paquete de violaciones legales e irregularidades. La información que adelantó La Política Online la semana pasada fue por estas horas confirmada al detalle por el gobierno de Mauricio Macri, que remitió información a este medio confirmando la usurpación oficial.

La investigación explicaba que el predio ubicado justo detrás de casa de gobierno, bordeado por la avenida De la Rábida, era terreno de la ciudad. Sin embargo, un capricho de la presidenta para contar con un espacio verde de lujo para recibir visitas internacionales la llevó a cerrarlo y adjuntarlo a la Rosada.

Desde el ministerio de Ambiente y Espacio Público confirmaron que las llaves de la reja están en presidencia, tal como había contado La Política Online. Es decir, que no sólo Cristina Kirchner tomó como propios terrenos de jurisdicción porteña, sino que además lo mantiene cerrado y con la decisión en sus propias manos para definir cuando y cómo se abre al público.

Ahí, justamente, aparece la segunda violación. Desde el área que conduce el ministro Juan Pablo Piccardo explicaron que la reglamentación indica que “el horario de las plazas que tienen rejas es de 8 a 20 y en verano se extiende hasta las 21”.

Hace días, desde la dirección del Museo de Casa de Gobierno, área responsable de la Plaza Colón, confesaron con cierta desidia que “nunca” desde el final de las obras la plaza tuvo acceso al público. Para justificarlo, contaron que esto es así porque ahí está instalado el galpón donde se está restaurando un mural del artista mexicano David Siqueiros. Ésta es otra mentira más del kirchnerismo: la plaza está cerrada desde mucho antes de que se instala el taller de restauración.

Monumentos y facturas sin pagar

Siguiendo la línea de irregularidades, no sólo el Siqueiros está siendo instalado en terreno porteño sino que también se colocó un monumento a los caídos en los bombardeos en la Plaza de Mayo. La oficina porteña aseguró que para que el Estado nacional pueda colocar monumentos o cualquier tipo de piezas en territorio porteño debería pedir autorización “a la dirección de Espacios Verdes”, que depende de la Secretaría de Espacio Público.

Sin dudas, el macrismo podría allanarle el camino para la instalación una pieza de un artista tan reconocido con el mexicano. Lo que resulta difícil de imaginar es a alguno de los Kirchner -Néstor o Cristina- “rebajándose” -según su manera de entender la política- a pedir “permiso” a Macri.

Pero tal vez lo más grave sea que, al parecer, el gobierno nacional nunca cumplió el compromiso de pagar las obras en la Plaza Colón, el cual había asumido con el entonces jefe de Gobierno, Jorge Telerman. El ministerio de Piccardo afirma que allí no llegó ninguna intimación de pago. Pero otros funcionarios, en exclusivo off the record, confirmaron a La Política Online que el expediente está en una dirección de la ciudad.