En el encuentro que organizó la UIA en el Sheraton de Pilar, la que se espera asista esta tarde el secretario de Industria Fernando Fraguio, los industriales y los economistas que expusieron coincidieron en advertir que el atraso cambiario está perjudicando gravemente a la producción. Por eso, las mayores críticas surgieron a partir de un pedido de devaluación y el fin de la intervención al Indec.

Así, cruzaron abiertamente al vicepresidente de la UIA y ex ministro de Eduardo Duhalde, José Ignacio De Mendiguren, quien había expresado por la mañana que no presionarían el gobierno nacional para una nueva devaluación. En este sentido se coincidió en que el gobierno perdió una gran oportunidad de devaluar cuando lo hizo Brasil.

Si bien los industriales evitaron confrontar directamente con el gobierno, la preocupación era muy grande producto de la crisis. Y se acordó no hacer mención alguna al tema de los despidos para no generar roces con el kirchnerismo. Esto es algo que se evidención a lo largo de toda la jornada: una notoria intención de evitar el choque con la Casa Rosada, mientras que sueltos al off the record las críticas se hacen redundantes.

“El Banco Central se maneja con números paralelos al Indec porque no pueden hacer ningún plan de nada con esas cifras, y lo mismo los industriales y los bancos", se escuchó de voces especialistas en privado, rodeados incluso de emisarios del Ministerio de Economía. Según la opinión y la información que manejan estos especialistas, en el gabinete de Cristina Kirchner "todos lo saben" pero "el único que no quiere es (Néstor) Kirchner, que casualmente es el único que no es funcionario sino el marido de la presidenta”.

A pesar de ello, las ponencias de los economistas fueron muy críticas. Por su lado Javier González Fraga advirtió que “estarán mejor posicionados frente a la crisis los países con gran mercado interno y fuertes ahorros”, como China.

Curiosamente, Roberto Frenkel, un economista cercano al gobierno y quien sonó para el Indec, fue el más duro con el Ejecutivo nacional. Dijo que “el gobierno no prestó atención a las dos luces amarillas: la inflación y la creciente debilidad fiscal”, y que además agravó la situación "al intervenir el Indec con una patota”. Y concluyó: “Ahora no hay ningún índice serio para manejarse en la crisis”.

Según explicó Frenkel, los dos remedios que buscó el gobierno a estos graves problemas fueron peores que la enfermedad. "Interviniendo el Indec, lo cual fue un peor error y de peores consecuencias, y el manejo de la cuestión fiscal que está en evidencia ante todos", explicó.

Por esto, expuso, se trata de un momento "ideal" para sincerar el Indec, ya que por la fuerte recesión y freno en la economía, la cual impacta directamente en los índices inflacionarios, los números manipulados del Indec "se parecen bastante a la inflación real".

Por su lado, Aldo Ferrer, uno de los creadores del Plan Fénix y también cercano al kirchnerimo expresó que "si el tipo de cambio no es competitivo, lo demás es literatura".