Las crisis económico-financiera llegó a la Argentina y a quienes primero golpea es a las automotrices.
Comenzaron el año con grandes expectativas de ventas, y por lo tanto, de producción -en el primer trimestre del año la actividad creció casi un 30% en el país-, pero la quiebra de los principales bancos en Estados Unidos y Europa les dio una cachetada en donde más le duele a una empresa: la demanda. Sin consumo, no hay producción que se mantenga. Y sin esta producción, no hay trabajo que persista. Las fábricas comenzaron a trabajar a medio motor y a suspender o despedir empleados.
A pesar de la insistencia presidencial de hacer oídos sordos a todo aquél que afirma que la crisis tarde o temprano va a afectar a Argentina, la señal más contundente del impacto la dio la empresa automotriz Iveco, que a principio de octubre decidió suspender 24 horas a los 998 operarios que trabajan en la planta cordobesa de Ferreyra. Irónicamente –o no- la primera en suspender trabajadores es la que hasta el año pasado dirigía el actual secretario de la Industria, Fernando Fraguío.
Iveco, fue la primera en tomar la medida, pero antes –en septiembre- General Motors ya había anunciado que, debido al freno en la demanda de vehículos, su planta de Rosario apagará los motores durante toda la semana que viene. Otra compañía que no es ajena a esta realidad y mostró las consecuencias de la peor manera, fue Renault. Hace dos días echó a 300 trabajadores temporarios. Y lo hizo luego de negociar con los gremios. Su intención era despedir a 600 trabajadores.
Fuentes gremiales aseguraron a LPO que distintas empresas automotrices les han notificado que van a echar a más de 400 empleados. Se trata de operarios de General Motors, Mercedes Benz y Renault. El sindicato de mecánicos, Smata, ya está evaluando medidas y propuestas para que la situación no empeore. El sector emplea alrededor de 7.000 trabajadores.
"Esto es lo mismo que pasó en 2000 –aseguró una fuente del sindicato a LPO - Las ventas cayeron tanto que las empresas comenzaron a achicar su producción y su mano de obra". Y explicó que están en tratativas para paliar esta ola de despidos. "La propuesta es la misma que la de entonces: disminuir la jornada laboral de 9 a 7 horas para que no echen trabajadores".
La caída de la demanda, según fuentes de Renault este mes alcanzó el 20% porque bajaron las exportaciones en la región. Junto con las Bolsas, se derrumbó el crecimiento y las expectativas que tenía la actividad para este año -preveían un aumento del 25% anual para 2008-. Pero a la realidad adversa que se da a nivel mundial, hay que sumarle una decisión local. Con la estatización de las AFJP que anunció la presidenta Cristina Kirchner, la debacle de la actividad automotriz podría empeorar.
El presidente de Fiat Argentina, Cristiano Rattazzi, anticipó en radio América que "habrá problemas en los créditos, especialmente los destinados al consumo". Y, como sabe que ese crédito afecta directamente a su sector, advirtió que esto "va a traer desempleo". Los telegramas que les llegan a los trabajadores ya lo están demostrando.
Efecto dominó
La caída de la demanda de automóviles no sólo afecta a los operarios de las plantas que los fabrican, sino también a todas las industrias que acompañan esta producción.
Según el diario Clarín, la semana pasada la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) aseguró que, de una muestra de 25 empresas que emplean a 9.500 trabajadores, "12 están realizando suspensiones, 5 están reduciendo o eliminando horas extras, 3 cancelaron las contrataciones de personal temporario de agencias y 3 están presentando ante el Ministerio de Trabajo solicitudes de procedimientos preventivos de crisis".
Pero la gravedad de la situación se ve en el fabricante de neumáticos FATE, que ya le comunicaron al sindicato de trabajadores que pedirán la apertura del Procedimiento Preventivo de Crisis al Ministerio de Trabajo, por la caída de las exportaciones a Europa.
En un acta firmada la semana pasada ante la cartera que lleva adelante Carlos Tomada, los directivos de FATE plantearon que "se ha producido la cancelación prácticamente total de sus programaciones de exportaciones tanto a Europa, EE.UU. y Brasil. Y que ante "las dificultades de esta coyuntura", anticipa "que deberá solicitar de inmediato los procedimientos de crisis y reestructuración productiva que le permitan subsistir en el marco de la misma".
Sin embargo, voceros de FATE desmintieron que planeen suspensiones de personal. Pero el mes próximo le otorgarán vacaciones adelantadas a una parte del personal. Esta empresa hoy emplea a 1.700 personas.