Enzo Pagani: el desestabilizador del IVC
La causa judicial que avanza y podría complicarlo. Las internas y el rol decisivo de su mujer, vinculada a la relación con las villas y las adjudicaciones del IVC. Mientras tanto, los rumores sobre la renuncia de Apelbaum siguen.
Mientras corre fuerte por estas horas la versión de una presunta renuncia de Roberto Apelbaum, titular del Instituto de la Vivienda, entre sombras juega sus cartas Enzo Pagani, actual legislador porteño por Recrear (ingresó en un destacado cuarto lugar) y hombre vinculado al ahora ex ministro de Desarrollo Social, Esteban Bullrich.

Es que el diputado es uno de los que fogonearía con más fuerza la versión. Un caso testigo de esto fue la pobre presentación que realizó el propio Apelbaum ante la Comisión de Vivienda dos semanas atrás.

En esa reunión Pagani dejó que la oposición cuestionara las políticas que se implementarían y no intentó siquiera apaciguar los ánimos cuando un par de diputados lo dejaron en ridículo ante algunas preguntas de conocimiento técnico que, evidentemente, Apelbaum desconocía.

Inclusive una fuente legislativa deslizó que “el mismo Pagani está autopostulándose” para reemplazar al actual titular del Instituto de la Vivienda. Por eso, en el macrismo comenzaron a apodarlo “el desestabilizador del IVC”, a modo de broma tragicómica.

Lo cierto es que su nexo con el Ejecutivo es el jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta y fue uno de los dirigentes que apoyó con más fuerza la fusión de Recrear con el PRO (y trabajó para que Ricardo López Murphy no acuerde con Elisa Carrió).

¿Quién es el “desestabilizador”?

Enzo Pagani nació el 1 de enero de 1970, en Salto (provincia de Buenos Aires). Es abogado de la UBA. Trabajó como asesor en el Ministerio de Educación y fue Presidente de la Comisión de Jóvenes del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires. También fue colaborador de varias ONG, entre ellas la Cruz Roja Argentina.

Trabajó en la actividad privada (en la que quedó una causa judicial pendiente) y comenzó a militar en Recrear hasta llegar a ser apoderado del partido.

Cuando en 2003 el macrismo gana la primera vuelta, la alianza entre Recrear y UPT (de Patricia Bullrich) logró 6 bancas en la Legislatura. Allí fue secretario administrativo del bloque que, finalmente, fue desmembrándose con la borocotización de Silvia Larrufa (ex asesora de “la piba”), quien pasó al kirchnerismo, y la deserción de Juan Manuel Velasco y María Eugenia Estenssoro.

Para 2006 Pagani se postuló como presidente del partido en la Capital Federal con una lista propia (con apoyo de Esteban Bullrich). Luego de ganar, otro de los legisladores que asumió en 2003 (Jorge San Martino) lo denunció por irregularidades en algunas secciones electorales y hasta llegó a pedirle a López Murphy que interceda.

Lo cierto es que en 2007 logró ingresar en el cuarto lugar de la lista a diputados de la ciudad (un puesto que le aseguraría la banca) mientras su jefe político mantenía la alianza con el macrismo.

La comisión que no fue

El tema vivienda siempre fue una obsesión para él. En la Legislatura porteña todavía recuerdan la ira que provocó en Pagani haber quedado sin la presidencia de la Comisión de Vivienda.

En ese entonces, él creía que estaba todo dispuesto para que controle la comisión. Sin embargo, luego de que el kirchnerismo reclamara la comisión de Derechos Humanos para Juan Cabandié (nieto recuperado por Abuelas y puesto a dedo por Néstor Kirchner) se le ofreció al legislador del ARI, Facundo Di Filippo, la de Vivienda y aceptó.

A todo esto, Pagani desató su ira, en especial contra los “negociadores” de las comisiones del macrismo. Es que desde la campaña se presentaba con los pergaminos de ser un hombre que trabaja territorialmente y que podía avanzar para sumar a las organizaciones sociales para que no haya problemas con el gobierno.

Por ello, y luego de aireadas protestas, logró quedarse con la insignificante comisión de Relaciones Interjurisdiccionales; mientras que en Vivienda se tuvo que contentar con ser vocal.

Pagani, su mujer y el IVC


Claro que la pasión de Pagani por el contacto con las villas, el asistencialismo y los problemas de vivienda de los porteños no sólo tiene razón de ser por su actividad política y su militancia comprometida.

Su mujer, Karina Leguizamón, trabajó en el IVC durante años. Rubia, alta y muy ejecutiva, Leguizamón estuvo como coordinadora en la sensible área de adjudicaciones. Es decir, realizaba un fuerte trabajo en contacto con las villas.

Durante 2007, mientras Claudio Friedin estuvo a cargo del organismo, fue titular de la Unidad de Administración de Beneficiarios.

En 2008, cuando Bullrich asumió provisoriamente el ministerio de Desarrollo Social, asumió como jefa de gabinete del amigo de su marido.

Inclusive la misma Leguizamón tuvo que desmentir en varias oportunidades que ese ministerio (al menos en lo formal) se haya hecho cargo de designar delegados en las villas porteñas. "Simplemente tendremos los comedores, plan como Ciudadanía Porteña y subsidio por emergencia habitacional. Lo demás se coordinará con el Ministerio de Producción y Desarrollo Urbano", respondió en declaraciones periodísticas.

“Mantiene mucha influencia en el IVC”, comenta una fuente del organismo. “Ella es el nexo con los asentamientos, conoce a todo al mundo”, agrega la voz que, en estricto off, desliza que habría buscado ser directora pero no habría podido a causa de la negativa de Apelbaum.

Hoy, estaría a punto de hacerse cargo de la Unidad de Gestión de Villa, que en estos meses ha tenido problemas a causa de que parte del personal del IVC fue trasladado a esta dependencia.

La causa abierta que podría complicarlo

Pero no todo es función pública y asistencia social en la vida de Pagani. Su oscuro pasado como abogado le dejó una causa abierta que está, aún, lejos de cerrarse. Se trata de una estafa: el “desestabilizador del IVC” está imputado por estafa por el cobro indebido de indemnizaciones por un accidente de tránsito.
En la causa 34.822/06 que se instruye en la Justicia Nacional Criminal de Instrucción 3, a cargo de Guillermo Carvajal, Pagani aparece imputado por la comisión del delito de estafa, según publicó el diario Página 12.
Se lo acusa del cobro indebido de indemnizaciones por un accidente de tránsito. Su caso se encuadra en una maniobra mayor en perjuicio de varias aseguradoras, ante las que se denunciaban siniestros fraguados en forma simultánea. Esa maniobra tiene como principal protagonista a su entonces suegro, el también abogado Fernando Lloberas, y los involucrados podrían llegar a ser considerados partícipes de una asociación ilícita.
La pena prevista para ese delito llega hasta los seis años de prisión y es excarcelable, lo que permitiría eventualmente a los involucrados mantenerse en libertad hasta el juicio oral.
Según pudo saber este medio, no sólo la causa no está cerrada sino que está en la etapa de pericias caligráficas, es decir, verificando las firmas de los falsificadores. Claro que, si la Justicia avanza, el juez podría dictar alguna sentencia que lo podría afectar.

Siguen los rumores sobre la renuncia

A todo esto, los rumores sobre la renuncia de Apelbaum siguieron corriendo muy fuerte en los pasillos de Bolívar I y en la Legislatura porteña. Inclusive en una reunión de asesores en la que concurrieron técnicos del propio IVC con colaboradores de los diputados para tratar un proyecto que pretende otorgarle más competencias a la Corporación del Sur en desmedro del Instituto, los macristas insistían en que ya estaba lista la dimisión.

Por eso, por estas horas se manejan dos hipótesis, tal como reveló La Política Online: por un lado que Apelbaum ya habría presentado su renuncia y que no habría sido aceptada. La idea sería revelar la decisión recién el lunes, caso parecido al de el ex subsecretario de Desarrollo Económico, Santiago Lucero Torres.

Por otra parte, otras fuentes apuntan directamente a Pagani y a algunos funcionarios de primera línea del macrismo, tal como se explicó, y agregan que en realidad no renunciará.

Como sea, desde el IVC dijeron a este medio que “la gestión está en marcha” e informaron que ayer fueron adjudicadas, por sorteo, 192 viviendas para la Villa 17.

Inclusive, según explican en el organismo, el director del IVC se reúne con sus gerentes para seguir avanzando en otras obras. O eso esperan.
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Es Omar Abboud, quien desembarcará la semana que viene en el Instituto de la Vivienda porteño. Peronista, llegará para coordinar las acciones junto a la Corporación Sur y la UGIS, la unidad de emergencia en villas. Tiene relación con las Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schoklender y buena llegada al PRO. Buscará destrabar la relación con la Nación y dialogar con la oposición, que ha presentado infinidad de amparos en la Justicia. Así, el jefe de gobierno cambia un gerente por un político para tratar el grave problema de déficit habitacional de la ciudad.