En enero, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, sorprendía anunciando con una reducción del 83,68% interanual del déficit fiscal, que exhibía como fruto de su cuidadoso manejo del gasto.

LPO supo que esta contracción del gasto se debía en rigor a haber pisado todos los pagos de la obra pública y por lo tanto, no era sostenible. Dicho y hecho. En febrero, ascendió a $20.536,7 millones, nueve veces los $2.197,1 millones de enero. Aun así este número representaba una mejora del 16,4% respecto de igual mes del año anterior, pero mostraba una peligrosa tendencia.

El temor de los analistas consistía en que para contener el malestar generado por la quita de subsidios y esperanzado por la emisión de deuda tras el pago a los holdouts, Prat Gay se aflojara el cinturón y relajara el programa de reducción del gasto fiscal. De hecho el gasto público evolucionó un 22,6% interanual en enero, un 23,2% en febrero y en marzo se aceleró a un 28,3%, según datos de Hacienda.

"Las señales recientes de política fiscal lucen inconsistentes con el objetivo de lograr una reducción duradera de la tasa de inflación. El gasto primario creció al 38.8% a/a en marzo", evaluó el economista Hernán Hirsch. 

 Así, llegó marzo con un déficit fiscal primario, la diferencia entre el gasto y los ingresos del Tesoro Nacional, de $31.719,5 millones. Sumando los ingresos por las ganancias del Banco Central y del Fondo de Garantía de Sustentabilidad el resultado fue un déficit menor: $11.832,2 millones. Es que para que estos números cerraran, el Banco Central giró $10.300 de adelantos transitorios.

En marzo de 2015, el resultado primario había sido también deficitario por $17.428,6 millones y el consolidado, un rojo de $27.894,7 millones. Por el cambio implementado en los criterios contables, la comparación con los guarismos de 2015 son complejas. Sin embargo, en términos primarios se trata de un empeoramiento de más del 80%. Y en términos totales, es decir contemplando los resultados por rentas financieras, una mejora de $16.062,5 millones.

Si se miran los números agregados, el primer trimestre del año cerró con un déficit fiscal primario de $49.644,8 millones, mayor que el del año pasado por $5.407,9 millones. “Este comportamiento fue producto de un crecimiento de los ingresos primarios en $77.745,6 millones (31,1% a/a) y de un aumento del gasto primario en $83.153,5 millones (28,3% a/a)”, detalló el informe del Ministerio.

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“En este mismo período, el resultado financiero registró un déficit de $34.566 millones, observándose una reducción de dicho indicador de $23.184,4 millones en relación al primer trimestre del año anterior”, agrega el comunicado oficial.

El déficit consolidado del primer trimestre de 2015 ascendió a $57.750,4 millones y el total de los primeros tres meses de 2016 fue $34.566 millones, lo que muestra una mejora de 40,15%.

Sin embargo, en términos primarios el gasto se excedió por encima de los ingresos en 2015 por $17.428,6 millones. Y este año esta misma cifra, que es la que se usa para seguir la solvencia del Tesoro Nacional, trepó $49.644,8 millones. Este número preocupa a los economistas.

El analista concluyó que es baja la posibilidad de que se logre la meta de inflación y "con una política fiscal de gasto público que no presenta señales de moderación" 

 "Las señales recientes de política fiscal lucen inconsistentes con el objetivo del Gobierno de lograr una reducción duradera de la tasa de inflación. El gasto primario del Sector Púbico Nacional creció al +38,8% a/a en marzo en un contexto en el cual todavía se 'pisan' ciertas erogaciones", evaluó el economista Hernán Hirsch.

En efecto, el gasto público aumentó por las subas en los subsidios del 48,3% interanual, en los salarios (39,8% interanual) y en las jubilaciones (42,9% internual), explicó el especialista. Y advirtió sobre el impacto de la reactivación de la obra pública sobre las metas fiscales de Prat Gay: "El resto de las erogaciones, las vinculadas con la obra pública, registraron un incremento del 2,9% a/a, generando el interrogante en torno a cuanto aumentará el gasto una vez que el Gobierno impulse el plan de obra pública. El gasto público “core” creció 44% a/a en marzo", dijo Hirsch.

Finalmente,  el analista Hirsch concluyó que es baja la posibilidad de que se logre la meta de inflación y, por ende la baja de la tasa de las Lebacs "con una política fiscal de gasto público que no presenta señales de moderación y una de ingresos que convalida incrementos salariales importantes (+30/40% anualizado)."