Enojado y molesto por el desplante de la Legislatura provincial, sobre todo de la oposición pero con el aval implícito del oficialismo, por haber entrado en receso hasta el 1 de febrero sin aprobar el presupuesto 2014, Paco Pérez amenazó con no pagar un vencimiento de 75 millones de pesos que vencen a finales de febrero del ex Bono Aconcagua, hoy Bono Mendoza 2018.
“No sé si vamos a llegar a pagar ese vencimiento, el primero del año, porque no sé si la Legislatura va a aprobar el presupuesto 2014 antes del plazo”, amenazó Pérez quien brega por tener aprobado la pauta de gastos del año, de 33.000 millones de pesos con un déficit de 1.700 millones lo antes posible.
En realidad la situación roza la insólito. En diciembre, la Cámara de Diputados aprobó el presupuesto, pero sin deuda. El Senado lo recibió, pero no lo trató porque estaba incompleto: faltaban los dos artículos que autorizaban al Ejecutivo a emitir deuda por 1.700 millones de pesos para cubrir el rojo del presupuesto. Pero para eso el oficialismo necesitaba una mayoría especial en la Cámara baja que no tiene.
Las negociaciones pintaban para largo, por lo que, al venirse el fin de año encima, oficialistas y opositores apostaron por el descanso de verano y patearon la negociación para febrero. El detalle es que días antes, Paco les pidió a los legisladores, especialmente de su partido, que no se tomaran vacaciones hasta tener el presupuesto aprobado.
No obstante, los jefes parlamentarios, Jorge Tanús, peronistas azul, en Diputados, como Carlos Ciurca, el vicegobernador, en el Senado, decretaron los asuetos y todo se pasó a febrero, desobedeciendo la orden directa de Pérez.
Quizás por este desplante, el gobernador anunció esta semana que no se tomará vacaciones, “para enfrentar los problemas que hay que resolver”. Esa decisión de Pérez repercutió en su gabinete, por lo que ningún ministro se tomará descanso al menos hasta después de la Fiesta de la Vendimia, a principios de marzo.
Con este panorama, el humor del de por sí malhumorado Paco Pérez no mejoró en lo más mínimo. Y apeló a la amenaza para reclamar tener presupuesto. “Nunca pasó algo así, es inédito desde 1983 que un gobierno mendocino no tiene presupuesto más allá de la primera semana de enero”, rememoró.
El 27 de febrero Mendoza deberá hacer frente a un pago de intereses de 75 millones de pesos correspondientes al ex Bono Aconcagua, ahora llamado Bono Mendoza 2018, originalmente emitido en 1997 por el ex gobernador peronista Arturo Lafalla por 250 millones de pesos.
Este papel fue reestructurado por Julio Cobos en el 2004, pateando los vencimientos y corriendo la fecha de rescate. Y se rebautizó como Bono Mendoza 2018 en referencia al vencimiento definitivo.
Más allá de los vaivenes financieros y económicos del país, ni siquiera en el 2001 Mendoza cayó en cesación de pagos, de ahí lo grave de la advertencia de Pérez a los legisladores propios y extraños, en una forma de apurarlos para que lo más rápido posible, desde el 1 de febrero, sesionen y aprueben la pauta de gastos. Incluso el mismo Paco se mostró decidido a rever el monto del déficit, como han pedido los radicales, quienes están convencidos de que realizando algunos “retoques” en partidas puntuales, Mendoza puede tener un presupuesto equilibrado este año.
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