Alberto Fernández se puso al frente de la campaña para destronar al uruguayo Luis Almagro, el candidato de Donald Trump para repetir mandato al frente de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

El presidente recibió en Casa Rosada a Hugo de Zela Martínez, candidato de Perú al cargo de Secretario General de la OEA, que renovará sus autoridades el próximo 20 de marzo. Se trata de otra jugada de Alberto que forma parte de su estrategia para sostener una "Tercera Posición". Tras una muestra de pleitesía a Trump con su visita a Benjamín Netanyahu en Israel, el presidente argentino se muestra opositor a las intenciones del norteamericano en el bloque continental.

Trump manda a Pompeo al Caribe a buscar los votos para la reelección de Almagro en la OEA

"Escuché con mucha atención su propuesta sobre lo que debe hacerse en la OEA para fortalecer los vínculos en el ámbito de los organismos internacionales. Coincidimos en que hay que promover el diálogo y buscar consensos para solucionar conflictos regionales y profundizar la integración", señaló Alberto según un comunicado de Presidencia, que no difundió fotos del encuentro.

Como adelantó LPO, a Almagro, alineado directamente a Estados Unidos, le surgió una competidora de peso: María Fernanda Espinosa, que fue canciller de Ecuador y presidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas. La ecuatoriana se había reunido dos veces con el canciller Felipe Solá y sería recibida por Alberto si decide venir al país.

Pompeo en una reciente visita a la sede de la OEA para apoyar a Almagro.

AP

Argentina aún no determinó si apoyará a Espinosa o a De Zela, pero sí que votará en contra del uruguayo. "La idea es construir una alternativa a Almagro", repiten a LPO en el Gobierno argentino. Buscarán de este modo que no se disputen los votos Espinosa y De Zela para no favorecer a Almagro.

Los votos del Caribe complican la reelección de Almagro en la OEA

Como explicó este medio, los votos de los países del Caribe son claves para torcer la elección, ya que vale lo mismo el voto de una isla de las Antillas con 100 mil habitantes que el de una superpotencia como Estados Unidos. Por ese motivo Trump envió a su secretario de Estado, Mike Pompeo, a una gira caribeña para sumar voluntades. Pompeo no pudo, sin embargo, reunir a todos los países de la Comunidad del Caribe (Caricom).

Barbados y Trinidad y Tobago faltaron a la mesa redonda que encabezó Pompeo la semana pasada en Jamaica porque la consideraron un esfuerzo por "dividir" a la Caricom, que se inclinaba inicialmente por Espinosa, propuesta formalmente por Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas. "No hay ninguna intención de dividir", debió aclarar Pompeo.