En plena temporada y a pocos dÃas que la app de Uber comenzara a funcionar en Mar del Plata, el intendente Carlos Arroyo le declaró la guerra a la empresa y ya lleva secuestrado seis vehÃculos.
La llegada de Uber se produjo en medio de fuertes protestas de taxistas y remiseros que rechazaron el desembarco de la aplicación. A fines de diciembre, un gigantesco cartel colocado en avenida Colón y Sarmiento, sobre el lateral de un edificio de departamentos sirvió como puntapié para la polémica. "Queremos llegar a tu ciudad", rezaba un texto sobre una foto en la que se veÃa la Bristol. Sobre la parte inferior la firma de Uber. Tras la presión de los taxistas y remiseros, el cartel fue removido.
A la polémica se sumaron las tensiones dentro de Cambiemos. Mientras Arroyo comenzaba a diagramar su estrategia para darle batalla al servicio, el diputado provincial Guillermo Castello -un convencido de que la empresa tiene que operar libremente- fue el primer pasajero el viernes, dÃa en que Uber empezó a operar en esa ciudad.
El diputado que responde a Elisa Carrió habÃa dado un paso en falso el año pasado cuando se embarcó en un proyecto para legalizar Uber en la provincia sin consenso del Ejecutivo. La movida terminó sepultada cuando desde el entorno de MarÃa Eugenia Vidal ordenaron frenar el proyecto.
Pero, si los conductores de Uber esperaban que el apoyo de Castello les brindara un marco de seguridad para trabajar se equivocaron. El intendente no dudó en ordenar una serie de operativos para cortar por lo sano y secuestrar los automóviles.
AsÃ, la subsecretarÃa de Transporte y Tránsito secuestró hoy cuatro vehÃculos asociados a la aplicación. Otros dos habÃan sido secuestrados durante el fin de semana.
Según pudo saber LPO, son los propios inspectores municipales quienes están solicitando el servicio desde la aplicación para después secuestrarles el vehÃculo.
El último procedimiento de hoy se realizó frente al Sanatorio Belgrano. El primero de los operativos de este lunes se llevó a cabo en el Hospital Privado de la Comunidad, donde se secuestró un auto que trabajaba para Uber y que era conducido por un chofer de nacionalidad peruana que llegó a la ciudad para trabajar durante la temporada.
El segundo procedimiento se realizó en Juan B Justo y Reforma Universitaria, donde se secuestró un Chevrolet Prima, mientras que el tercero se desarrolló en la zona de la estación ferroautomotora donde se incautó un Fiat Palio. "Era manejado por otro chofer que llegó a la ciudad para trabajar por la temporada", confiaron desde la subsecretaria de Transporte y Transito.
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- 222/01/1901:50Atrasan 50 años, Uber POR SUERTE se los va a llevar puesto, no van a poder frenar la demanda del ciudadano que elige no pagarle a la mafia organizada de Viviani y cía.
- 121/01/1920:58en primer lugar no entienden que el trabajo cambió. En segundo lugar se casan con un rejuntado de remiseros y de taxistas y no ven una cosa: para una mayoria silenciosa, que la guita no le alcanza, o que quiere hacer un manguito adicional, esa aplicación ejerce una gran atracción. Esa mayoria no sabemos cuantos son, pero votan. Aunque el tipo nunca llegue efectivamente a trabajar con Uber, pero sabiendo que la tienen a mano en cualquier necesidad se registra para trabajar y trabaja. Hay gente que aun muriéndose de hambre no iria a robar (como los muchachos que conocemos) Entionces para los políticos es pan para hoy y hambre para maniana