"Esta transición se ha transformado en emergencia. Vamos a pedir a aquellos que tienen más capacidad para contribuir, que son los que exportan". Así el presidente Mauricio Macri anunciaba ayer la vuelta de las retenciones a todas las exportaciones.

Los dirigentes y productores agropecuarios, si bien esperaban la medida, demoraron varias horas en digerir el anuncio y analizar la letra chica que, en definitiva, se dará a conocer en las próximas horas mediante un decreto en el Boletín Oficial.

Una vez estudiado el impacto de la medida, la bronca se hizo notar de inmediato. El que salió con los tapones de punta fue el presidente de Federación Agraria (FAA), Omar Príncipe: "Se condena otra vez a los pequeños y medianos productores", apuntó.

Cómo es el nuevo esquema de retenciones móviles al campo  

"Sin diferenciarnos nos hacen pagar más para sostener la timba financiera y al FMI", disparó Príncipe, para luego agregar que "estamos preocupados porque la producción ya venía complicada con falta de financiamiento, inflación y suba de tarifas".

Tal como adelantó LPO, con el nuevo esquema de retenciones móviles a las exportaciones agropecuarias, el complejo sojero tributará alrededor de un 29%, mientras que cultivos como el trigo, la cebada y el maíz pagarán entre 10 y 11%.

Los productos primarios de las economías regionales, por su parte, abonarán en promedio un 8%, aunque con los reintegros, que ahora se ubican en torno al 2,5%, el impuesto para estos sectores quedarían en alrededor de 5,5%.

El presidente de Confederaciones Rurales (CRA), Dardo Chiesa, dijo que "son retenciones con todas las letras y lo más grave es que no nos consultaron y nos avisaron cuando el hecho ya estaba consumado. Las medidas van a desalentar la inversión".

"Esto nos pega muy duro. Hay productores que la están pasando mal. Hubiésemos preferido otro tipo de impuesto como un aporte excepcional o anticipos de Ganancias. Vamos acompañar porque entendemos la situación del país", sostuvo.

En el campo entienden que si bien la medida afecta la rentabilidad del sector, el hecho de que se aporte cuatro pesos por dólar exportado actúa de alguna manera como una garantía de que este tipo de retenciones serán transitorias y no definitivas.

Aseguran que las retenciones pesificadas incentivan la retención de cosecha

En las redes los productores se ocuparon de diferenciar la actual situación con la de 2008. En ese entonces, la soja superaba los 600 dólares en el Mercado de Chicago, había crecimiento económico y las retenciones móviles podían superar el 50 o 60%.

El presidente de la Sociedad Rural (SRA), Daniel Pelegrina, consideró que "los derechos de exportación son instrumentos distorsivos que desalientan la producción, la inversión, el empleo y el comercio exterior".

"Esta medida va a representar 2.600 millones que van a tener que salir de las arcas del sector productivo. Ojala, como dijo el presidente Macri, esta sea la última crisis que tengamos que atravesar los argentinos", añadió Pelegrina.

Como era de esperar, los precios de los contratos de futuros en el MATBA terminaron de derrumbarse en el inicio de la campaña gruesa 2018/19. El valor de la soja cotizó en u$s 238 por tonelada con una caída del 8% respecto al lunes de la semana pasada.

En la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), por su parte, casi no hubo operaciones de ventas de los principales cultivos en línea con el feriado en Estados Unidos donde se celebró el Día del Trabajador.

Carlos Iannizzotto, titular de Coninagro, se preguntó: "¿Qué hacemos con las tasas de interés, con una inflación cada vez más alta, con los costos logísticos que no paran de aumentar? ¿Cómo hacemos para exportar con estas condiciones?".

Por estas horas es una incógnita el futuro del ministro de Agroindustria Luis Miguel Etchevehere que ahora pasará a ser secretario y que enfrenta una posible denuncia por la apertura del registro de granos que posibilitó a los exportadores adelantar ventas.

Etchevehere mantiene un frente abierto con ATE que viene realizando protestas diarias en Paseo Colón al 900 frente a la sede de Agroindustria en protesta por la reincorporación de los más de 600 trabajadores despedidos la semana pasada.