El planteo del presidente para un diálogo de paz exhibe desconocimiento ya desde los mediadores que propone. |
Hasta para un mexicano que está acostumbrado a las frecuentes ocurrencias del presidente Andrés Manuel López Obrador, su propuesta ante las Naciones Unidas de una tregua de cinco años entre Ucrania y Rusia para frenar la guerra, es un despropósito de alguien que, por más auténtico que sea, ignora completamente cómo funciona la polÃtica exterior en el mundo, y muestra ser un desconocedor altamente peligroso -por el daño que se inflinge- para sà mismo. Su plan despertó un enorme consenso, en contra.
En el campo doméstico, resalta que mientras aboga retóricamente por la paz, en casa está militarizando al paÃs, colocando a las Fuerzas Armadas en funciones de civiles, que van desde tareas policiales hasta trabajos de albañil en obras públicas, pasando por supervisión de puertos y aduanas, o distribuidores de medicinas. ¿Cómo hizo un llamado a la paz cuando en México, al haber entregado el paÃs a los cárteles de las drogas, está convirtiendo su gobierno en el de mayor número de asesinatos en la historia?, le cuestionaron.
En el terreno internacional, su propuesta fue completamente ignorada, salvo por Ucrania que respondió de manera extraoficial a la tregua de cinco años que planteó, negociada, decÃa, por una comisión encabezada por el Papa Francisco, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, y el primer ministro de la India, Narendra Modi.
Un dÃa después de haberlo planteado en México, y acusar a la industria bélica de occidente de inicitar la guerra en Ucrania, Mijailo Podoliak, el principal asesor del presidente VolodÃmir Zelensky, y que formó parte del equipo negociador de la paz con Rusia, le dijo que quienes usaban la guerra como tema para sus propias relaciones públicas, sólo causaban sorpresa. "Su plan es mantener a millones bajo ocupación, aumentar el número de entierros masivos y dar tiempo a Rusia para renovar las reservas antes de la próxima ofensiva? Entonces su plan es un plan ruso", escribió Podoliak en Twitter.
López Obrador respondió que no se habÃa entendido su plan. En realidad, se entendió perfectamente. Definitivamente no era un plan ruso, porque era tan obvio que beneficiaba a Rusia, que el Kremlin jamás hubiera dejado tantas huellas que lo conectaran con Moscú. Era tan simple, que también era imposible que una burocracia tan sofisticada como la moscovita, súbitamente se volviera frÃvola. Pero sobre todo, era tan inviable que alguien lo tomara en cuenta, que ni siquiera nadie se atrevió a tomarlo con seriedad. Y tenÃan razón.
HabrÃa que ver, de entrada, lo que propuso López Obrador: un cese inmediato de hostilidades, lo que significa que el estado de cosas en Ucrania permanecerÃa como se encontraran al momento de la tregua, y que cuatro regiones de Ucrania, Donetsk y Luganksk, que son repúblicas separatistas, Jerson y Zaporiyia -donde se encuentra la planta nuclear más grande de Europa-, que están parcial o completamente ocupadas por Rusia, asà permanecerÃan. A nadie le interesa esto. Ucrania lleva semanas recuperando territorio perdido ante las tropas invasoras rusas, y evitar lo que sucedió en 2014, cuando Moscú anexó Crimea. El presidente Vladimir Putin tampoco, y a través de referéndums este mismo mes, quiere encontrar una cobertura aparentemente legal a su expansionismo.
Estos objetivos son perfectamente entendidos en el mundo, pero no en la cabeza de López Obrador, como también lo demuestra la selección de sus mediadores, que aunque hubiera la mejor disposición posible, es un camino intransitable. La peor propuesta de todos es el primer ministro Modi. Entre el 70 y el 80% del armamento indio, de acuerdo con un documento de trabajo del Centro Stimson, un centro de estudios estratégicos en Washington, es ruso. Con las sanciones económicas de Occidente a Rusia, India incrementó la compra de hidrocarburos rusos, aumentando el porcentaje de importaciones de los cinco millones de barriles diarios que compra del exterior.
Modi ha sido criticado incesantemente por las organizaciones de derechos humanos en el mundo, por el abuso de poder y acciones represivas contra las minorÃas, los campesinos, activistas, periodistas, defensores de derechos humanos y opositores, que lo descalifican como un mediador viable. López Obrador no vio este hándicap importante del lÃder indio, a quien escogió por lo que en México es su razón de ser: su popularidad. Modi, de acuerdo con la encuesta Morning Consult, que le encanta presumir a López Obrador, es el lÃder más popular del mundo (76%), seguido por el mexicano (68%).
Si habláramos hipotéticamente, Modi sólo serÃa aceptado por Rusia y descalificado por todos los demás. En el caso de Guterres, secretario general de la ONU, jamás serÃa aceptado por Rusia, con cuyo presidente Putin, tiene una posición antagónica con respecto a Ucrania. Para Putin, la invasión fue una operación militar que inició por supervivencia; para Guterres, la invasión fue una violación de la integridad territorial que contradice los estatutos de la ONU.
La elección del Papa Francisco no se entiende salvo por lo rudimentario del pensamiento del presidente mexicano, abiertamente religioso -oscila entre el catolicismo y los cristianos renacidos-, y la transpolación de que como es jefe de la Iglesia Católica puede ser un interlocutor válido de Putin y Zelensky, que no son católicos, sino ortodoxo y judÃo, respectivamente.
La ingenuidad de López Obrador se mostró de la forma más descarnada posible con esa propuesta, que en sus detalles, no en su intención, está completamente fuera de la realidad. La guerra podrÃa termina inmediatamente si Rusia deja de pelar, dijo en el Consejo de Seguridad el secretario de Estados norteamericano, Antony Blinken. Si Ucrania deja de pelear, agregó, desaparece Ucrania. Los sueños del presidente mexicano fueron llevados a Naciones Unidas donde el canciller Marcelo Ebrard, lo expuso, aunque no fue tan entusiasta como López Obrador, ni trató de que todos lo entendieran, sino que pudiera servir como parte del diálogo de paz en la comunidad internacional.
En México, no son pocos quienes piensan que la propuesta fue uno de los distractores que utiliza López Obrador para que no se discuta sobre los asuntos de fondo que le afectan, como la economÃa, la inseguridad o sus bravatas con Estados Unidos. "Definitivamente es un distractor", aseguró Roy Campos, presidente de la reputada empresa encuestadora Consulta Mitofsky. No lo piensa asà la ex embajadora de México en Estados Unidos, la experimentada diplomática Martha Bárcena, emparentada polÃticamente con López Obrador, quien sostiene que el presidente sà cree genuinamiente en lo que dice.
Peor aún. SerÃa mejor un manipulador, porque, aunque parezca un contrasentido, es mejor saber que existe un piloto con dirección y rumbo, que lo que tiene México, un soñador ocurrente que quiere dar lecciones sobre una materia que desconoce. Pero al ser presidente de México, el descrédito y el ridÃculo no se queda en él, sino que baña a todo el paÃs.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
twitter: @rivapa
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