A medida que se acerca el salto de Zoé Robledo a la puja por la candidatura de la 4T en Chiapas en el IMSS se aceleran los planes sucesorios. En los últimos días se comienza a mencionar a David Razú, directivo de Banorte y a cargo de la Afore propiedad de la entidad bancaria.

Razú compite contra Alejandro Svarch, titular de la Cofepris. Es una dicotomía sumamente marcada porque el primero viene del corazón de la banca nacional mientras el segundo tiene estrechos lazos con Cuba y Venezuela y sostiene un discurso dogmático respecto a los valores de la 4T.

Desde ya, Svarch es el preferido del entorno presidencial que defiende la idea de que buena parte del problema que tiene la salud en México es atribuible al rol del sector privado de la salud.

Pero Razú también tiene extensiones en la política. Es cercano a Víctor Hugo Romo, hombre fuerte en la delegación capitalina Miguel Hidalgo.

Ambos a su vez tienen vínculos estrechos con el senador Gabriel García, que supo ser un actor de todas las confianzas de Andrés Manuel López Obrador pero que cayó de la gracia presidencial cuando en 2021 Morena perdió la mitad de la Ciudad de México a manos de la oposición.

Estos detalles no son menores porque la implementación del IMSS-Bienestar va a demandar negociación política si se considera, como informó LPO, que varios de los propios gobernadores de la 4T tienen observaciones muy críticas de este programa.