Momentos de tensión se vivieron esta mañana de miércoles al rededor de Palacio Nacional, cuando un grupo de normalistas y padres de familia de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa intentaron un portazo en el recinto, a la misma hora en que se llevaba a cabo la mañanera de López Obrador, exigiendo ser escuchados por el presidente. 

Poco antes de las 9:00 horas el grupo de normalistas, acompañados por el abogado Vidulfo Rosales, se amotinaron a las afueras del recinto presidencial con el fin de entrar a Palacio. Con la ayuda de un vehículo -una camioneta blanca con el logo de CFE- intentaron derribar la puerta No. 1 de Palacio, además de romper vidrios de algunas de las ventanas externas. 

A pesar de abrir las puertas, a las que le generaron una serie de daños, no lograron ingresar más al recinto, pues de inmediato se activó, como protocolo de seguridad, una barda metálica. El grupo de manifestantes decidió entonces dar marcha atrás y regresar a su campamento. 

Dentro de Palacio, el mandatario llevaba a cabo su conferencia habitual, sin mostrar ningún contratiempo, hasta que una de las reporteras, que en ese momento tenía la palabra, informó lo que ocurría afuera y las exigencias de este grupo, que acusan que desde septiembre no han sido recibidos por el gobierno, razón por la cual mantienen un plantón que ya suma tres días.

"Los va a atender el subsecretario", respondió el presidente, pero negó que él personalmente los vaya a recibir como piden los manifestantes, al menos no por ahora, a la par que insistió que todo esto se trata de "provocaciones" relacionados con grupos opositores a su gobierno.

"¿Por qué no se da esa reunión?", le cuestionó la reportera. "Porque todavía estamos haciendo investigaciones; nos vamos a reunir con ellos en su momento, como en unos 15 o 20 días más, quiero más pruebas de cómo se manipulo la información, la responsabilidad que tienen abogados de ellos y otras organizaciones y cómo están vinculados con Álvarez Icaza y la OEA", justificó López Obrador.

Para el presidente, las familias de los estudiantes desaparecidos en Iguala, en 2014, no están siendo informados debido a que están siendo asesorados por abogados y organizaciones que tienen como fin confrontar a su gobierno. "Lo quieren como una bandera contra nosotros", dijo, además de considerar que buscan "una distracción".

Por otro lado, negó que el gobierno busca dividir a los normalistas y a las familias, como sugieren algunas organizaciones. "Nosotros queremos conocer la vedad, vamos a lograrlo y vamos a encontrar a los jóvenes, pero esto ya es otra cosa, tiene otros propósitos", dijo.